¿Ahora qué? El futuro de Carlos Sainz se ha tornado más oscuro si cabe desde el accidente sufrido en la quinta etapa del Dakar 2017. El madrileño, que había firmado en 2014 un contrato con Peugeot Sport para competir en tres ediciones del Dakar se encuentra que actualmente no tiene un asiento para competir en la próxima edición de la carrera sudamericana, y a sus 54 años, no ha cambiado su filosofía de no competir si no tiene material para luchar por la victoria.
A estas alturas, Peugeot Sport no ha comunicado su decisión para la próxima temporada. El programa a tres años llega a su final con un balance muy positivo: dos victorias de tres posibles en el Dakar, a las que se suma el triunfo en el Ruta de la Seda de 2016. Obviamente, con Sébastien Loeb ya integrado en el equipo del león, la excusa para dilatar un poco más el proyecto está servida, sin embargo, Carlos Sainz ha sembrado una duda razonable a su continuidad en el equipo. Tal y como reconocía a los micrófonos de Radio MARCA hace unos días, no sabe si contarán con él o si él querrá seguir corriendo.
Tal y como demostró en los primeros días, ritmo no le falta. En el momento del accidente, el madrileño estaba luchando por recuperar los minutos perdidos en el inicio de la etapa por un problema de navegación e incluso estaba en disposición de terminar el día como líder. El accidente vino provocado según el ganador del Dakar 2010 por el polvo en suspensión y un error de cálculo, y a pesar del abandono, Sainz seguía defendiendo que el coche se podría haber reparado y seguir en carrera.
Con dos horas perdidas, a posteriori está claro que no hubiera podido luchar por el triunfo, sin embargo, hubiera podido pelear por más victorias de etapa (este año no ha logrado ninguna), ayudar al equipo o incluso, llegado el caso, despedirse de la cita sudamericana compitiendo y terminando otro Dakar, algo que no ha conseguido de su último año con el Volkswagen Race Touareg. En el equipo no lo consideraron conveniente.
Ahora debe afrontar el habitual periodo de reflexión, valorar si se sigue divirtiendo, si tiene un proyecto competitivo (lejos de Peugeot parece difícil que Toyota o MINI le puedan ofrecer las mismas prestaciones) y si quiere afrontar de nuevo un largo año preparándose para competir en el Dakar 2018. Tras unos días en silencio, el propio Carlos Sainz felicitaba a Peterhansel y a su equipo por la victoria y el triplete, pero a su vez dejaba un enigmático mensaje.
Algunos apuntan a que no le habría hecho ninguna gracia que Sébastien Loeb o el equipo galo no se acordaran de él al final de la carrera en sus mensajes felicitando al Dream Team. Todo elucubraciones, sólo ‘el matador’ lo sabe.
Enhorabuena a Peterhansel y a Peugeot Sport por la victoria y el triplete. Me alegro por todo el equipo y los amigos de Peugeot. Por mi parte semana dura pero ya recuperando bien. También importante para saber quién es quién y a quien le importas más o menos, ¡»palante»!