En medio de una lluvia de incidentes y sanciones una actuación estelar de Matt Campbell permitió que Earl Bamber Racing se llevara el gato al agua en la edición 2019 de las 12 Horas de Bathurst, primera cita del Intercontinental GT Challenge. El australiano, que compartía Porsche 911 GT3-R con Dirk Werner y Dennis Olsen, remontó en los últimos compases de la prueba y gracias a un espectacular adelantamiento al Aston Martin #62 de R-Motorsport cruzó la línea de meta en primer lugar.
Además de la cantidad de accidentes lógica en un trazado tan particular como el de Bathurst y con algunos pilotos amateurs de por medio, también vimos bastante precipitación entre los favoritos, con maniobras muy arriesgadas desde las primeras horas de carrera. Y a ello se sumó cierta incomprensión del reglamento particular de la prueba, que provocó drive through y hasta una bandera negra (al Nissan de KCMG) por calentar neumáticos antes de las resalidas y adelantarse a las mismas.
De todos modos el final como casi siempre estuvo definido por un Safety Car surgido a media hora del final por la rotura de motor de un GT4. Fue un hecho que benefició al Porsche de Earl Bamber Racing, con neumáticos frescos y que venía de protagonizar un adelantamiento al toque sobre el BMW #42 para colocarse tercero, sin que Dirección de Carrera viera nada punible en la maniobra de Campbell. Así, el joven aussie se encontró con dos coches por delante (Raffaele Marciello con el Mercedes de Gruppe M y Jake Dennis con el Aston Martin de R-Motorsport) y ventaja de gomas a veinte minutos del final.
La defensa de Marciello, con neumáticos gastados y un Mercedes bailón en la parte alta de Mount Panorama, fue espectacular, pero el italiano terminó claudicando cinco minutos más tarde cuando Campbell se lanzó al interior de la primera curva. La pelea de este grupo, donde también andaban metidos el BMW #42 y el Bentley #108 de Andy Soucek, dio aire a Jake Dennis al volante del Aston Martin líder, pero Campbell volaba y terminó dándole caza, sacándose de la chistera un adelantamiento maravilloso en el descenso, entre el muro y el coche británico.
Así se impuso el Porsche neozelandés, dejando con la miel en los labios a R-Motorsport y Aston Martin tras un fin de semana donde se mostraron muy rápidos y acumularon contratiempos, como los que les privaron de la pole. El tercer puesto lo aguantó Marciello pese al acoso de otro Mercedes-AMG, el de Triple Eight en manos de Shane van Gisbergen, mientras que Andy Soucek finalizó sexto en el Bentley que compartía con Maxime Soulet y Vincent Abril. Un resultado que sabe mejor teniendo en cuenta que sumó un drive through y cometió un error al salir de boxes, confundiendo el limitador con otro botón.
Foto | Porsche Motorsport