La carrera francesa encaraba el inicio de su quinta hora. La introducción del Safety Car había comprimido la carrera de tal forma que prácticamente todos los competidores se encontraban en poco más de un kilómetro y la circunstancias había llevado a que tanto Pechito López al volante del Toyota TS050 HYBRID LMP1 con el dorsal #7 y el #8 con Fernando Alonso se encontraran en mitad del pelotón. Tras el verde, los dos pilotos castellanoparlantes del fabricante nipón se han lanzado en un espectacular juego del gato y del ratón con los doblados como espectadores de lujo de este impresionante duelo entre los dos campeones del mundo.
El argentino era el encargado de abrir hueco, quitándose a todos los pilotos posibles antes de llegar al último sector del Circuito de La Sarthe, mientras que el asturiano, demostrando sus habilidades de gestión de tráfico seguía de cerca al tres veces campeón del WTCC. Ninguno de los dos estaba dispuesto a levantar el pie, con Pechito tratando de abrir hueco aprovechando su mayor experiencia en el trazado galo mientras que Alonso era consciente de que no podía perder la estela del TS050 gemelo si no quería que fuera su equipo el que partiera con desventaja a la hora de decir las estrategias para la noche de ambos coches.
El resultado fue un espectáculo sin igual, con Alonso y Pechito superando a LMP2 y GT’s a velocidades de vértigo, aprovechando todo el ancho de la pista (incluidos los arcenes) y pasando muy cerca del resto de competidores que atónitos observaban el duelo casi fratricida entre los dos Toyota. Sólo unos metros más tarde, ya sin doblados, Alonso daba cuenta de su compañero de equipo y rival para situar a su coche como líder de la carrera. Disfrutad de la magia de la resistencia y de las 24 Horas de Le Mans:
