El Campeonato Mundial de Resistencia tendrá en 2018 un difícil trance porque más allá del incierto experimento que será su llamada Súper Temporada, deberá marcar distancia con el IMSA WeatherTech SportsCar Championship, que por los vientos que soplan se convertirá en la referencia si de hablar de carreras de larga duración se trata. La división superior del WEC, la clase LMP1 agoniza, en tanto Jean Todt deshoja la margarita para intentar renovarla con la presencia de los coches deportivos de más alta gama. A estas alturas, los avanzados y costosos prototipos no representan el futuro de esta competición.
Esta temporada resultó un match entre Porsche y Toyota por las victorias absolutas, pero los alemanes anunciaron que no regresarán para 2018, así que los coches del Toyota GAZOO Racing prácticamente se pasearán por los mejores eventos, situación que atentará contra el campeonato ya que mermará el interés del público. Se espera un nuevo reglamento para el 2020, pero sería muy tarde si se aspira mantener a los seguidores ya que la IMSA ofrece al público elementos más atractivos, sustentados por una apreciable cantidad de marcas oficiales involucradas.
Sin embargo, si el ACO y la FIA establecen reglas para que la clase superior del WEC sea conformada por los super coches, Aston Martin estaría meditando en la opción de competir con el Valkyrie en Le Mans. Andy Palmer, CEO de la compañía, cree que si un reglamento orientado a tal particularidad llamaría la atención de muchas marcas y equipos ya que los coches se pueden conseguir en el mercado internacional. El precedente más reciente y famoso se remonta a la edición de las 24 Horas de Le Mans de 1995, cuando el McLaren F1 GTR pilotado por Yannick Dalmas, Masanori Sekiya y J.J. Lehto se llevó la victoria absoluta.
Para Palmer, el futuro de los LMP1 pasa por poner a competir al Ferrari LaFerrari, el McLaren P1, el Porsche 918 Spyder, el Pagani Huayra el Hennessey Venom F5, el Mercedes-AMG Project One, el Koenigsegg Agera y por supuesto al Aston Martin Valkyrie.
Me pidieron mi punto de vista sobre el futuro de los LMP1 y mi perspectiva personal es muy clara: Aston Martin nunca competirá en una categoría de prototipos porque no es relevante para nuestros intereses. Pero si permitieran competir a coches de carretera, eso sería muy interesante para nosotros y seguramente para los fanáticos. Los superdeportivos se corresponden con la historia de Le Mans y la posibilidad de observar al Valkyrie luchar por la victoria contra sus similares de McLaren y de Ferrari sería de nuestro agrado.
Vía | Crash.net