Desde el pasado jueves, el equipo Iron Lynx y el personal de Lamborghini Squadra Corse se instalaron en el circuito de Imola para trabajar en el desarrollo del SC63, el prototipo LMDh que el año que viene estará representando al fabricante italiano en las parrillas tanto del Campeonato IMSA WeatherTech Sportscar como del Campeonato Mundial de Resistencia. La planificación inicial contempla competir con un coche en cada serie, con la salvedad de que las dos unidades estarán presentes en la próxima edición de las 24 Horas de Le Mans.
En Imola compartieron el volante Mirko Bortolotti, Andrea Caldarelli y Daniil Kvyat, todos pilotos de fábrica de Lamborghini, acumulando alrededor de 1500 kilómetros de distancia. Los ingenieros informaron que las pruebas se enfocaron principalmente en el tren motriz, es decir en el motor V8 biturbo de 3.8 litros que funciona junto a un sistema híbrido estándar que proporciona 50kW. Allí se realizaron las calibraciones en lo que respecta a la caja de cambios Xtrac, se ajustaron las relaciones de transmisión y la configuración del diferencial. También se aprovechó la ocasión para evaluar la aerodinámica propuesta por Ligier Automotive.
Tras esta segunda prueba en pista, la primera fue un shakedown en Vallelunga, el grupo asignado al programa tiene previsto dos más, una en el Paul Ricard y otra en Spa-Francorchamps. Posteriormente, se trasladará a los Estados Unidos el mes de septiembre para trabajar en el segundo chasis, el cual debería estar operativo a partir de las 12 Horas de Sebring de 2024, es decir, no está contemplado competir en las 24 Horas de Daytona. Todavía no se han oficializado las respectivas alineaciones de pilotos, aunque se espera que el veterano Romain Grosjean ocupe un lugar en la formación.
Vía Lamborghini