El Campeonato del Mundo de Turimos arrancará su 14ª edición bajo la tutela de Eurosport Events este fin de semana en Marrakech. Soterrado informativamente por el hecho de tener tanto Fórmula 1 como Mundial de Rallyes este fin de semana, el escaso ruido generado por el WTCC no puede hacernos olvidar que para este certamen ya es un éxito rotundo simplemente seguir en pie tras la retirada oficial de Citroën y Lada.
Como en 2014, cuando asistimos al debut del coche que ha dominado las tres últimas temporadas de WTCC, el Citroën C-Elysée TC1, el Mundial arranca en el trazado semiurbano de Marrakech. Pero pese a que fue uno de los circuitos en los que se pensó para la inclusión de vueltas joker, por el momento esta estrambótica novedad que François Ribeiro lleva meses queriendo implementar en el Mundial de Turismos tendrá que esperar. Probablemente la veamos en práctica en el urbano luso de Vila Real.
16 son los coches inscritos para esta temporada del Mundial de Turismos, aunque sólo 15 pilotos han sido confirmados hasta la fecha: poco se sabe de quién pilotará el segunda Lada Vesta TC1 privado en manos del equipo RC Motorsport. Y queda la incógnita de qué ocurrirá con Esteban Guerrieri, pues el argentino por el momento no tiene asegurado seguir el campeonato completo al volante del Chevrolet Cruze TC1 de Campos Racing, si bien sí estará en Marruecos este fin de semana.
La lógica indicaría que el favoritismo hay que atribuirlo a un equipo oficial y más concretamente al que más cerca estuvo de Citroën en 2016, Honda. Pero a veces el automovilismo no es lógico. Lo cierto es que tres coches distintos aspiran a llevar a sus pilotos hasta el título en la temporada que arranca este fin de semana. Pese a la ausencia de apoyo de fábrica los cuatro Citroën C-Elysée TC1 privados infunden respeto. Sébastien Loeb Racing (Bennani, Chilton, Filippi) ya sabe lo que es trabajar con ese coche y aunque Münnich carece de esa experiencia, cuenta con un piloto de primer nivel como Rob Huff.
Honda por su parte no da buenas sensaciones. Perder a Huff para montar a un hombre de la casa de escasa experiencia, Ryo Michigami, da mala espina, pese a seguir contando con Tiago Monteiro y Norbert Michelisz. Por no hablar de las enormes dudas que arrastran sobre seguir compitiendo con un Civic de dos volúmenes frente a las berlinas rivales. Por el contrario Volvo mantuvo una línea ascendente durante 2016, ha mantenido a su primer espada Thed Björk y se ha reforzado con las llegadas de Nick Catsburg y Néstor Girolami, más Yvan Muller como piloto de desarrollo.
Visto este panorama no es descabellado decir que hay ocho coches aspirantes a todo (los mencionados, salvo Filippi y Michigami) y otros ocho que bien por montura o por falta de experiencia aspirarán a rascar podios y puntos en función de cómo soplen los lastres y las inversiones de parrilla. Parece complicado imaginar cierta regularidad en los resultados de los Chevrolet de Tom Coronel y Esteban Guerrieri, los Lada de RC Motorsport, o los Honda privados de Zengo Motorsport con pilotos tan jóvenes como Aurélien Panis y Dániel Nagy. Pero sus opciones puntuales tendrán y a buen seguro animarán un campeonato a la espera de resolver su futuro.
Foto | FIA WTCC – DPPI