Hace unos días destacábamos que 2019 será un año importante para las carreras de GT’s. La llegada de hasta dos nuevos modelos GT3 y la evolución del Lamborghini Huracán que ya rueda en el Circuito de Monza animará más la batalla por tener el mejor coche en competición y por ser el vehículo más deseado por los equipos clientes. Ahora Nissan ha dado un paso adelante y ofrecerá su GT-R (R35) Nismo GT3 2018 a los privados que puedan estar interesados ya desde este año.
Ya lo hemos podido ver en carrera, tanto en las Blancpain GT Endurance Series como en la categoría Super GT300 (Gainer) o en las Blancpain GT Asia (KCMG), siempre en manos de equipos de la confianza de la marca y con los que ya ha mostrado que “Godzilla” sigue estando preparado para arrasar los circuitos de todo el planeta. Tras haber rodado ya 30.000 kilómetros en competición NISMO cree que su nuevo vehículo carreras-cliente ya está listo para ponerse en manos de los principales equipos a nivel mundial entre los GT3.
Las características siguen siendo las mismas, contando con el motor V8 de 3.8 litros biturbo de 550 CV de potencia y un par máximo de 637 Nm. El peso total del conjunto se sitúa en 1.285 kilógramos, aunque no hace falta decir que dependerá obviamente del Balance of Peformance establecido para cada campeonato. En cuanto a los cambios respecto a la anterior versión GT3, los ingenieros han trabajado en bajar el centro de gravedad y mejorar el reparto de pesos. Se han modificado las suspensiones, la rigidez del chasis y los frenos, los cuales han sido reforzados para que no aquejen una mayor fatiga respecto a sus rivales debido a las dimensiones del Nissan GT-R respecto a las de sus rivales.
Pensando en los campeonatos que se disputen en países con altas temperaturas ambientales, Nissan ha decidido incluir como equipamiento opcional la posibilidad de introducir un sistema de aire acondicionado ‘de diseño exclusivo’, medida en la que por ejemplo Porsche Motorsport también ha incidido. El precio se establece en unos 470.000 euros, un montante que no tiene en cuenta los impuestos, por lo que podemos hablar abiertamente de que el coste final estará por encima del medio millón de euros.