Tanto en el 2018 como en el 2019, Alexander Rossi tuvo la oportunidad de alcanzar el título de la IndyCar y no pudo en ambas ocasiones al no poder sentenciar cuando era propicio. El año pasado sus opciones se desvanecieron en Iowa y Gateway, óvalos en los cuales se observó a un Rossi muy errático y sin ritmo, razón por la cual tanto el piloto como su equipo Andretti Autosport, se han preparado para afrontar tal debilidad y evitar que nuevamente conceda ventajas en la lucha por el título.
El óvalo corto ha sido el talón de Aquiles de Rossi y en el calendario de esta temporada se ha sustituido a Pocono por Richmond Raceway, circuito que reaparece tras una pausa de once años. La adición de ese óvalo corto en teoría va a atentar contra las opciones del piloto debido a sus dificultades en este tipo de trazado, de allí la preparación previa que ha tenido porque al equipo le resulta desconcertante que Rossi sea competitivo en todas las pistas con la excepción del óvalo corto.
En circuitos callejeros, de carretera y óvalos de gran velocidad, Rossi ha sido de los más destacados, inclusive tiene en su trayectoria el ganar las 500 Millas de Indianápolis, pero preocupa sus limitaciones. Y es que el objetivo no es que gane en óvalos cortos sino que mantenga la consistencia que suele exhibir durante la temporada. En óvalos cortos se viene abajo de forma escandalosa y no existe una explicación lógica para tal particularidad.
En tal sentido, el mismo Rossi confirma que su planificación dentro y fuera de la pista para esta temporada se enfoca en afrontar los óvalos cortos para obtener los mejores resultados. No tiene dudas acerca de su motivación para luchar por el campeonato y lo importante que sería alcanzar una victoria en cualquiera de los tres óvalos cortos, sin descuidar el rendimiento que ha mostrado en los otros circuitos.
En palabras de Alexander Rossi:
Los óvalos cortos es mi mayor debilidad. En 2018 fuimos muy buenos en las pistas callejeras, de carretera y superveloces, pero malos en los óvalos cortos. En 2019 fuimos buenos en todo, excepto en óvalos cortos. Lo importante aquí es mejorar sin perder de vista las cosas en las que eres bueno. No llegas a ningún lado si te vuelves bueno en tres óvalos cortos, pero luego eres malo en los demás circuitos.
Vía | Motorsportweek