Sebastian Vettel es sancionado después de que los comisarios hayan examinado las pruebas en vídeo que muestran que el coche #5 se situó al lado del #44 y posteriormente le embistió. Esta es la sentencia que luce en la decisión que tomaban los comisarios del Gran Premio de Azerbaiyán para sancionar a Sebastian Vettel con un Stop&Go de 10 segundos que le apartaría de la lucha por el podio cuando precisamente Lewis Hamilton debía entrar en boxes para sustituir el reposacabezas de su Mercedes AMG W08 F1.
¿Qué había pasado por la cabeza de Sebastian Vettel en ese momento para realizar tan discutible maniobra? Posiblemente la tensión del momento y el creer que Hamilton había realizado la tan cuestionada acción del ‘Brake Test’, llevaron al cruce de cables del germano, sin embargo, la telemetría ha confirmado que el piloto de Mercedes no clavó frenos para perjudicar al de Ferrari. Es cierto que la zona no era de gran visibilidad y que posiblemente Vettel se viera sorprendido por la poca velocidad de Lewis a la salida de la curva, pero con estos datos telemétricos en la mano, la reacción del tetracampeón es aún más incomprensible.
No hay nada que pueda justificar el envestir con tu propio coche a un rival. ¿Por qué tardaron entonces en sancionar al teutón? La FIA confirma que estuvieron revisando las distintas tomas de vídeo, especialmente las OnBoard para confirmar que no había sido una pérdida de control repentina al soltar las dos manos del volante. Las imágenes delatan a Sebastian: levanta la mano izquierda para reprochar el ‘frenazo’, sin embargo, es la derecha la que lleva el volante a acercarse ‘demasiado’ al W08. Me queda la duda de saber si Vettel realmente quería golpear, o únicamente amedrentar, sin embargo, hay contacto, por lo tanto, es penalti…
¿Fue justa la sanción? En condiciones normales, este tipo de situaciones conllevan la exclusión inmediata de la carrera. Las únicas atenuantes que pueden haber llevado a la FIA a meditar castigar con tal dureza a Vettel podría haber sido la baja velocidad, que ninguno de los dos debe abandonar, que los daños en el monoplaza de Hamilton eran mínimos e incluso la poca claridad en un principio de la maniobra previa de Lewis. A pesar de todas estas variables, nada debería haber evitado la aparición de la bandera negra con el número 5 debajo.
La sanción de Vettel no acaba ahí, ya que los tres puntos de sanción que le han aplicado en la superlicencia dejan al alemán en una situación sin margen para el error ni los calentones. Se queda únicamente a rango de otra multa igual en los próximos Grandes Premios, algo que le llevaría a tener 12 puntos (acumula 2 puntos del GP de Gran Bretaña 2016, dos de Malasia y finalmente otros dos de la maniobra de México con Daniel Ricciardo) y por tanto a perderse una carrera por suspensión. Además, la presión hará que los responsables de la FIA estén mucho más atentos a sus acciones, deberá tomarse una tila de cara al próximo Gran Premio de Austria si no quiere ver cómo pierde el Mundial antes de llegar incluso a jugárselo con Hamilton.
Sebastian Vettel se equivocó hoy en Azerbaiyán. Su actitud, injustificable, merecía una sanción mayor por conducta antideportiva, todo ello a pesar de que nos pudiera haber privado de un campeonato apasionante. Entrar en comparaciones con otras acciones del pasado no sería justo… algo así como defender lo indefendible.