Desde que se instauró el campeonato de la Fórmula 1, el circuito de Montecarlo ha sido uno de los más atractivos del calendario por toda la tradición y el glamour que envuelve el evento. No obstante, su trazado angosto no permite adelantar, lo que ha representado una contradicción en la filosofía que tanto Liberty Media como la FIA han adoptado en los últimos años. Tal como está concebida, la pista monegasca no sería elegible ahora mismo para recibir la aprobación de quienes se encargan de organizar las carreras, por tal razón, el príncipe Alberto II reconoce que se aproxima el momento de realizar cambios para promover un mayor espectáculo.
El contrato entre el Principado de Mónaco y Liberty Media llegará a su final tras culminar la carrera prevista para el próximo fin de semana y tal cómo se ha estado observando, los propietarios de los derechos de la Fórmula 1 se inclinan hacia circuitos nuevos como Miami y Las Vegas dejando de lado lo tradicional e histórico. De allí que el príncipe Alberto II no se muestre muy confiado de que podrá renovar el contrato sin aceptar condiciones, tales como rediseñar el circuito para crear zonas de adelantamiento, en vista de lo complicado que resulta sobrepasar en calles tan estrechas con monoplazas grandes y pesados.
Según el medio francés L’Equipe, las conversaciones para asegurar la presencia de Mónaco en el calendario, al menos por unos cinco años, se están realizando y se entiende que Montecarlo como tal debería ser un evento inamovible en cada temporada, pero la organización también comprende que deberá invertir mucho más por las aspiraciones de Liberty Media y para rentabilizar una carrera deben garantizar acción en pista, tal como está ocurriendo en otros escenarios. La Fórmula 1 se está vendiendo como un producto emocionante y un circuito como el de Mónaco no ofrece más que vistosidad e historia puesto que su trazado se advierte anacrónico. De allí que el propio príncipe Alberto señale que no pueden permanecer en el pasado por mucho más tiempo porque prácticamente están retrocediendo.
Vía | L’Equipe
