Una nueva era ha comenzado en el campeonato de turismos más importante de Oceanía. Tras mostrar la primera imagen del Holden Commodore que debutará la próxima temporada aprovechando varios Wild Cards para competir a la par con la que se espera que sea la última campaña de los V8 atmosféricos. Esta misma semana, el fabricante australiano ponía en pista una mula de pruebas equipada ya con el bloque 3.6 litros V6 biturbo que ya utilizaba el Cadillac ATS-V GT3.
Poco o nada se parece la recreación virtual presentada hace unas semanas con el denominado ‘Proyecto Sandman’ (equipado con el nuevo propulsor V6) que se ha podido ver durante esta semana rodar en el Norwell Motorplex, sumando en total más de 250 kilómetros de test con Jamie Whincup, Craig Lowndes y Steve Richards a su volante. La intención era obviamente la de acumular kilómetros en el motor sin importar demasiado la base a utilizar, por lo que se ha elegido este proyecto de Triple Eight Racing como un nuevo homenaje al icónico modelo australiano.
La versión ranchera del Holden Commodore fue despojada de las tablas de surf con las que fue presentado en Surfers Paradise en 2014 para instalar ahora un nuevo spoiler trasero, además de introducir nuevos conductos para el intercooler y una librea mucho más colorida. Después de toda una vida utilizando los bloques V8 atmosféricos, una de las principales preocupaciones por parte de los responsables del campeonato es que el nuevo sonido V6 biturbo no termine de convencer a los aficionados, algo que sonará a los incondicionales de la Fórmula 1, los cuales siguen intentando acostumbrarse al susurro de los motores estrenados en 2013. Por el momento habrá que esperar ya que se sigue con el desarrollo a puerta cerrada. Para refrescar la memoria, así se gesto el Project Sandman moderno:
