«En el reino de los ciegos el tuerto es el rey» reza el refrán y diría que encaja a las mil maravillas con la posición en la que se encuentra actualmente el Mundial de Turismos. Las retiradas de Citroën y Lada dejaron al certamen de Eurosport Events en una situación crítica, pero François Ribeiro logró salvar el año y viendo lo que se le ha venido encima a campeonatos como el DTM o el Mundial de Resistencia incluso parece guardar una posición sólida.
Desde luego 16 coches en parrilla no es una cantidad suficiente como para sacar pecho y el Mundial de Turismos jamás ha sido una disciplina particularmente atractiva para los aficionados, pero la lucha entre Honda y Volvo está siendo decente y los outsiders están dando toda la guerra que cabría esperar, especialmente en las carreras de apertura. ¿Suficiente para alargar un año más la vida de los TC1 que compiten actualmente en el WTCC?
Lo cierto es que pocas alternativas quedan a apenas medio año de que arranque una nueva temporada, si es que el campeonato sigue adelante. Y viendo el entorno quizá sería lo más razonable. Volvo no se va a embarcar a tan corto plazo en otro proyecto y Honda jamás ha mostrado reticencias a mantener varios focos en activo, teniendo el de JAS en el WTCC razones de peso para seguir ante la posibilidad de ganar.
Aguardar novedades en torno al DTM de cara a 2019 y darse al reglamento TCR como último recurso no sería una hoja de ruta dramática vistas las circunstancias. Pero Eurosport Events debe decidirse pronto, pues cualquier apuesta por un reglamento no existente en la actualidad exigirá al menos un año de desarrollo. Y el propio WTCC ya tiene una mala experiencia con las prisas que Citroën le metió por adelantar a 2014 un reglamento TC1 originalmente previsto para 2015.
Foto | Polestar Cyan Racing – Facebook