De proyectar dos campeonatos paralelos y una gran categoría que incluyera incluso vehículos eléctricos hasta cancelar prácticamente de forma consecutiva los dos grandes exponentes del rallycross en Norteamérica. La disciplina no pasa por sus mejores momentos, especialmente después de todo el desbarajuste creado por la desaparición del Global RallyCross Championship en 2017 y la creación por parte de IMG del ARX.
El American rallyCross Championship parecía cubrir a la perfección ese hueco dejado por el GRC, acogiendo tanto a los Volkswagen Beetle de de Andretti Autosport, como los Subaru WRX STI desarrollados por Vermont SportsCar. La firma de las estrellas construía un superequipo, con Scott Speed a la cabeza y acompañado por otras dos grandes estrellas de los rallyes como Chris Atkinson y Patrik Sandell. Incluso Ken Block también se apuntó a la temporada de debut.
Dos años después de su creación (Speed se llevó la primera edición, Foust la última), el ARX echa un cierre que ya se había anunciado después de la caída de la cita canadiense del World RX y tras la imposibilidad de las series intercontinentales de regresar a Austin en esta nueva etapa low cost que ha regresado al Viejo Continente. Queda ahora un gran vacío en cuanto a una modalidad que no terminó de dar el salto posterior a su gran irrupción después de integrarla dentro de los Summer X Games. Ha vivido de grandes nombres en los últimos años, pero las parrillas, reducidas a apenas media docena de coches, de los cuales la mitad eran Subaru, hanterminado por empujar a los responsables de IMG a dar por acabada la competición.
Después de consultar con un amplio grupo de partes interesadas y partes interesadas, IMG tomó la difícil decisión de no extender el Campeonato de Rallycross de las Américas más allá de la temporada 2019. En los últimos meses, IMG había estado explorando una serie de opciones con socios comerciales para asegurar el futuro a largo plazo del campeonato, pero, desafortunadamente, ninguna de esas opciones se concretó.