Se esperaba algo más de Red Bull durante el Gran Premio de España. La llegada de las nuevas evoluciones prometía un paso adelante por parte de los monoplazas de Milton Keynes, todo ello a pesar de que la unidad de potencia Renault no estaba lista para recibir las mejoras. El resultado fue el que vimos todos: un abandono en la primera vuelta por toque con Raïkkönen y en el caso de Daniel Ricciardo, terminar tercero, siendo el único piloto que no era doblado por Lewis Hamilton y Sebastian Vettel.
Aun así, eran 75 segundos los que separaban al piloto australiano de los dos grandes favoritos a anotarse el título mundial este año. Demasiado tiempo si tenemos en cuenta que Red Bull Racing era el equipo que dominaba el Gran Circo hace apenas cuatro años y sobre todo que entre sus filas cuentan con el factor ‘Adrian Newey’. Muchos se preguntaban qué había salido mal para que el RB13 no haya mostrado durante las primeras carreras esa seña de identidad con la que cuentan todos los monoplazas diseñados por el genio británico. Ahora ya sabemos la razón, en realidad el coche de este año no es una de sus criaturas.
Tal y como confirmaba el ingeniero al medio brasileño ‘O Globo’, no empezó a trabajar en el RB13 hasta después del Gran Premio de Australia, estando alejado del proyecto durante sus fases iniciales. Las últimas novedades que han llegado al monoplaza si han sido ya diseñadas bajo la batuta de Newey, por lo que se espera una implicación mayor del genio técnico en los próximos meses. Aunque la mayor pregunta aquí es la de, ¿Qué ha estado haciendo entonces Adrian durante este tiempo?
No, mi involucración ha sido pequeña. Sé que la gente piensa que diseñé el coche, pero no es verdad. Comencé a trabajar en el RB13 después de Australia. Sí, las nuevas piezas si fueron ideadas después de mi participación en el proyecto. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer, pero creo que podemos ser más rápidos aún. Cuánto no está todavía claro.