Era uno de los grandes atractivos de la jornada del viernes. El ROBOCAR hacía su primera aparición pública en el Festival de la Velocidad de Goodwood después de haberse preparado durante días sobre el corto recorrido de la subida británica. Allí ya no estaba el Dev-Bot, era el prototipo eléctrico con la carrocería diseñada por Daniel Simon el que se presentaba con el objetivo de lograr el mejor registro de un coche autónomo en la carrera.
No lo tenía difícil. Sólo un prototipo autónomo había realizado antes dicha subida y lo cierto es que el Ford Mustang de 1965 preparado por el gigante tecnológico de Siemens (en colaboración con la Universidad de Cranfield) no había dejado una gran impresión, especialmente cuando el ‘Pony’ estuvo muy cerca de chocar a muy baja velocidad contra las protecciones de paja. El recorrido había sido escaneado en 3D y se había diseñado una ruta preprogramada por los ingenieros de la empresa, sin embargo, se podía entrever que faltaba mucho trabajo, con la IA haciendo correcciones bruscas a pesar de que el ritmo era inquietantemente lento.
Hubo opción de mejorar la imagen durante el viernes, esta vez sin que el ocupante que estaba detrás del volante se viera ni tan siquiera obligado a agarrar el volante para no estrellarse contra las balas de paja. Su tiempo, 4 minutos y 10 segundos fue ajusticiado poco antes por el ROBOCAR que fue capaz de completar los 1,86 kilómetros en sólo 76 segundos, recordando que la mejor marca en las dependencias de Lord March la realizó en 1999 Nick Heidfeld con el McLaren con un crono de 41,6 segundos.
La impresión de este prototipo de 500 CV era sin duda mucho mejor que la dejada por el Ford Mustang, siempre en el centro de ‘lo negro’, sin incidentes y con una demostración que comienza a acercarse a la premisa con la que nació el proyecto. La fecha de debut de un campeonato con una parrilla llena de estos ROBOCAR todavía parece lejana, sin embargo, ahora parece un punto menos descabellado.