Según el reglamento de la clase Hypercar del Campeonato Mundial de Resistencia, los coches no híbridos deberán alcanzar una cifra de potencia más allá de las especificaciones originales de la versión comercial, situación que tiene a Jim Glickenhaus, propietario de Scuderia Cameron Glickenhaus, buscando alternativas puesto que el propulsor del SCG 007, Alfa Romeo V6 biturbo de 2.9 litros, no entrega más de 850 caballos, ni tampoco es capaz de mantener tal régimen de potencia durante 30 horas consecutivas.
Por tal razón Scuderia Cameron Glickenhaus y sus socios en esta aventura, la empresa italiana Podium Advanced Technologies, buscan un proveedor que se comprometa con el programa. En teoría, la potencia de 850 caballos del SCG 007 está por encima de los 785 que sugiere el reglamento para un motor de combustión interna, pero es de hacer notar que para un Hypercar se contemplan sistemas híbridos, así que en este caso la propuesta de Glickenhaus necesita más potencia para estar a la altura del compromiso de ingresar a la división superior del WEC.
En tal sentido, se indicó que hablaron con Earnhardt Childress Racing para analizar la pertinencia de instalar el V8 de 6.2 litros en el chasis del SCG 007, el mismo motor que utiliza el Cadillac DPi en la IMSA, pero los ingenieros advirtieron que las medidas del propulsor no eran compatibles con el diseño del coche. Y es que el diseño posterior del SCG 007 se creó a partir de un V6, así que utilizar un V8 como el General Motors LT4 de ECR va a requerir modificaciones que Glickenhaus no está dispuesto a realizar.
En todo caso, Jim Glickenhaus manifestó que su programa Hypercar sigue adelante. El verse obligado a buscar otro proveedor de motor no representará un problema porque hay varias opciones en el mercado, así que espera anunciar un nuevo acuerdo en las próximas semanas. Lo importante es que están dispuestos a pagar por el desarrollo de ese propulsor con tal de tener un rendimiento óptimo para competir en Le Mans. Añadió que el SCG 007 se someterá a varias pruebas en un túnel de viento de un equipo de Fórmula 1 cuyo nombre revelará en las próximas semanas.
Comenzamos con Alfa Romeo y ellos estaban muy emocionados por volver a Le Mans con nosotros y desarrollar su V6 biturbo de 2.9 litros, que es realmente un motor Ferrari. El problema ocurrió cuando las reglas cambiaron en el ACO y nos dimos cuenta de que necesitábamos hacer un motor de 850 caballos y desafortunadamente el que teníamos no fue capaz de entregar la potencia requerida durante 30 horas sin interrupción.
Vía | Racer