Después de más de siete años de historias, de idas y venidas con el ‘Class One’, parece que por fin el Super GT y el DTM darán un primer paso real y tangible hacia un futuro conjunto. Lo harán a través de unas demostraciones de los coches foráneos en sus respectivos eventos de final de temporada. Por ahora, el único que está confirmado al 100% es el que tendrá lugar en el circuito de Hockenheim con motivo de la última cita de la temporada 2017 del campeonato alemán. Mientras tanto, se pulen los últimos flecos para que desde Alemania se apoye una idea parecida y que sus coches estén en Motegi para la última reunión del año del Super GT, completando una cierta simetría que además daría más credibilidad a la colaboración.
De esta forma, está confirmada la presencia de dos coches japoneses en la última ronda del DTM, a modo de exhibición. Serán el Lexus LC500 de desarrollo que la marca usó a lo largo de la temporada pasada para poner a punto el nuevo modelo que está compitiendo este año en el Super GT y el Nissan GT-R del equipo NISMO que compitió en el certamen japonés la pasada temporada. Ninguno de los dos coches serán máquinas en activo este 2017, puesto que la semana anterior a la cita de Hockenheim, el Super GT compite en Tailandia y sería imposible desplazar los coches hasta Alemania a tiempo.
Los dos coches del Super GT, cuyos pilotos aún no han sido designados, rodarán media hora el viernes y quince minutos tanto el sábado como el domingo. Según Gerhard Berger: «Es un honor para todos nosotros y estoy muy contento de que los coches del Super GT aparezcan por primera vez en un evento del DTM. Esto no será solo algo especial para los aficionados sino que es también una muestra clara de lo que será el futuro del DTM y de la estrecha colaboración con el Super GT». El austriaco deja entrever, por lo tanto, que en próximas temporadas podría finalmente haber cruce de marcas.
En el otro sentido hay también una situación parecida, con Masaaki Bandoh de la GT Association afirmando que están encantados de ver sus coches en Hockenheim y que eso es una muestra de la colaboración entre ambos campeonatos. Además y aunque falta confirmación oficial, el circuito de Motegi debería albergar una demostración similar con varios coches del DTM. A día de hoy, son los japoneses, quienes más pasos han dado para hacer de esta colaboración una realidad, adaptándose a los chasis alemanes. En cuanto a los motores, en el DTM se siguen usando los V8 de 4.000 centímetros cúbicos atmosféricos mientras en Japón se adoptaron en 2014 los cuatro cilindros en línea turbo de 2.000 centímetros cúbicos. Berger asegura que esos serán los motores que se usarán en Europa en 2019. Seguiremos esperando… aunque esta vez sí que parece que se ha dado un verdadero paso adelante.