En lo que va de temporada, solamente en la primera fecha de la Newcastle 500 ganó un representante de Ford, en este caso Cameron Waters de Tickford Racing, y eso porque ambos coches de Triple Eight fueron descalificados. Luego han sido ocho victorias consecutivas para el Chevrolet Camaro lo que ha llamado la atención del Supercars ya que han notado que existe una evidente disparidad entre el Mustang y el Camaro cuando en teoría ambos coches, a través del reglamento Gen3, tendrían las mismas oportunidades de ganar. En tal sentido, la organización realizará un nuevo procedimiento para evaluar los motores y así intentar que se observe una mayor competencia en pista.
Según la organización, la aerodinámica y el centro de gravedad se han evaluado y ajustado, así que todo apunta a que el rendimiento de los motores es el causante del desequilibrio en el campeonato. Inicialmente, en agosto del año pasado, el Supercars envió motores Ford y Chevrolet a los Estados Unidos para realizar pruebas de durabilidad y simulaciones en modernos dinamómetros. Tras cientos de horas de evaluaciones y ajustes se regresaron a Australia y allí fueron trasladados hasta un dinamómetro ubicado en Melbourne, allí, desde entonces, se han realizado el resto de las pruebas. Una vez culminado los exámenes, se acondicionaron los motores y se entregaron a los respectivos equipos.
El detalle está en que ambos motores no son absolutamente similares, el Ford es un V8 de cuatro cámaras y 5.4 litros mientras el Chevrolet es de 5.7 litros y utiliza varillas de empuje. Los ingenieros del Supercars han hecho que coincidan las métricas en lo que respecta a la paridad del motor y el promedio ponderado de potencia, no obstante, desde Ford indican que la desventaja se produce a través de un déficit de aceleración. En primera instancia se introdujo un retraso en el corte de cambio como medida provisional, pero de igual manera el Chevrolet se muestra más fuerte al acelerar cuando gira en cuarta, quinta y sexta marcha.
Por tal razón se tiene prevista otra prueba en el dinamómetro de Melbourne para aproximar el rendimiento del Ford, pero tomando en cuenta que la organización no pretende adaptar todas estas limitaciones en el futuro porque no están viendo hacia adelante y en este caso se trata de que todos los coches sean más rápidos y no de ralentizar a los que marchan adelante.
Vía Speedcafe