La organización del Supercars australiano a través de Sean Seamer, CEO del campeonato, Adrian Burguess, jefe de automovilismo, CRaig Hasted, responsable de los motores y los representantes de los equipos Triple Eight Race Engineering y Dick Johnson Racing, responsables de la construcción y desarrollo del Chevrolet Camaro y del Ford Mustang respectivamente; comunicó que las condiciones no están dadas para introducir el Gen3 el año que viene, razón por la cual se posterga hasta el 2023.
Es la tercera ocasión que sucede y las autoridades en este caso argumentaron que, debido al impacto del COVID-19, se han presentado retrasos en la entrega de las piezas por parte de los proveedores, así que será muy complicado que todos los coches solicitados estén listos para el año que viene. Lo que se va a mantener en el cronograma son las exhibiciones y pruebas que se realizarán con los prototipos que estén aptos para competir, las cuales se realizarán el próximo 3 de diciembre en el marco de la Bathurst 1000. Se espera entonces que para el próximo año se establezcan una serie de pruebas con los Gen3 a medida que se vayan fabricando.
En teoría la mayoría de los coches han debido estar listos para este año, pero tras la desaparición de Holden todo se complicó. No hay capacidad para fabricar los chasis de nueva especificación sobre todo los del Camaro, de allí que el Holden ZB Commodore todavía se mantenga activo e inclusive se prepare para afrontar otro año en las pistas. Tanto Ford como General Motors han experimentado problemas con los suministros debido a lo complicado que resulta el traslado de elementos desde Estados Unidos hasta Australia con tantas trabas sanitarias, razón por la cual han admitido que no podrán avanzar según lo estipulado en el plan inicial.
En el comunicado se puede leer:
El Supercars ha tomado la decisión de postergar la entrada del Gen3 luego de consultar con las partes involucradas, entre ellas Repco, Ford, General Motors y demás socios del campeonato. Factores que escapan de nuestro control, como las cadenas de suministro internacionales y las interrupciones domésticas, también nos han obligado a limitar el programa de pruebas.
Vía | Speedcafe
