La edición 2019 de las 24 horas de Le Mans empieza poco a poco a inclinarse hacia el lado de la balanza que no se llevó el triunfo la pasada edición. Si hace doce meses, Fernando Alonso estaba celebrando un ‘stint’ nocturno espectacular, el de hoy fue mucho más convencional sin ganancias de tiempo y sin heroicidades más allá de manter la segunda posición a pesar de los problemas de su TS050. Lógicamente, la ventaja de este coche sobre los de los rivales hace que todos los pilotos lo tengan fácil para tomar la delantera… pero los problemas del número 8 dejan al número 7 con una ventaja sólida y una opción más clara de estar delante si no suceden cosas inesperadas. Aunque falta aún mucho para el final, el hecho de estar liderando la carrera tras dos tercios y con una buena ventana con respecto al compañero lo deja todo bien atado.
Varios cambios del frontal, el alerón trasero y hasta una de las puertas. Fernando Alonso hizo trabajar al equipo Toyota durante su ‘stint’, con muchas tareas en el coche número 8. Desafortunadamente, la motivación era el intentar encontrar cual era el problema sufrido por el coche del español. Los ingenieros de Toyota GAZOO Racing no acabaron de encontrar el problema y el piloto no pudo lucirse. No hay carga aerodinámica, la velocidad punta es inferior a la del coche número 7 y el tiempo por vuelta llegó a caer por debajo de los mejores LMP1 privados aunque tuvo un momento en el que se recuperaba alcanzando al líder y reduciendo la ventaja hasta cerca de un minuto. Pero los gestos de frustración tanto de Alonso como de Buemi (los más expresivos del equipo) dejaban claro que los más que posibles campeones del WEC podrían tener que conformarse con la segunda posición salvo desastre. En estos momentos, la diferencia entre los dos coches es de tres minutos a favor del número 7.
Por lo demás, la categoría LMP1 se mantiene igual gracias a la buena tarea del Rebellion número 3 en el que ahora mismo Gustavo Menezes se mantiene tercero a tres giros de los Toyota. Vitaly Petrov es cuarto en el SMP Racing superviviente con el número 11, dejando a Bruno Senna en quinta posición a tres vueltas de Petrov en el Rebellion número 1 después de todos los problemas sufridos en esta edición de la carrera. Fuera de combate estarían ya el SMP número 17 y el ByKolles. Por delante, los Toyota siguen siendo los grandes favoritos salvo que haya problemas técnicos que afecten a la fiabilidad, algo que parece poco probable teniendo en cuenta lo bien que están yendo los TS050 e incluso el tiempo empleado para buscar solucionarlos. Faltando cerca de un tercio de carrera, sigue habiendo opciones para que pasen cosas y el orden de carrera cambie pero a estas alturas, es importante para el número 7 en cuanto a lanzar su candidatura real.
En la segunda categoría dedicada a los prototipos, la historia se lee a través de los accidentes sufridos por los coches de LMP2. Hace apenas unos minutos, Pastor Maldonado sufrió una salida de pista y un golpe inportante con el Dragonspeed número 31 en la salida de Tertre Rouge, entrando en la recta de Hunadières. Esta situación trajo un Full Course Yellow que acabó con un coche de seguridad. Desafortunadamente, el golpe fue suficiente para dejarles fuera de carrera en una categoría en la que ha habido problemas para ‘todos’. Uno de los más remarcables fue el del ARC Bratislava. El equipo realizó un gran esfuerzo para intentar continuar pero los daños en su coche eran demasiado severos, terminando finalmente sin poder continuar. En la general, Job van Uitert es el líder en el G-Drive número 26 mientras mantiene esa vuelta de ventaja sobre André Negrão y el Alpine número 36. La tercera posición sería actualmente para Gabriel Aubry en el Jackie Chan DC Racing número 38 a menos de una vuelta de su predecesor. La pelea sigue abierta…
En la clase más importante de los GT’s, la llamada GTE-Pro, Antonio García fue protagonista por méritos propios con un ‘stint’ espectacular en el que pudo recuperar todo el tiempo perdido hasta llegar a ser brevemente líder. El español comentaba tras bajarse del coche que la pista estaba muy sucia, lo que hacía que la trazada fuera estrecha y complicada. Dejó su Corvette número 63 en manos de Jan Magnussen, que ahora mismo ocupa la segunda posición a unos pocos segundos del líder de la prueba. Esta posición preferente corresponde a Richard Lietz, que está al volante del Porsche oficial con el número 91. La tercera posición es para otro de los coches oficiales de la marca alemana, el número 93 con Patrick Pilet. Por detrás, el Ferrari número 71 de AF Corse en el que milita Miguel Molina está fuera de carrera, con lo que el número de representantes españoles en esta clase queda relegado a uno solo, el de García. Como es habitual en el campeonato, la diferencia entre los pilotos en esta clase es baja con los seis primeros en un minuto y medio.
Como durante toda la noche, la clase GTE-Am estuvo centrada en las peleas por las posiciones algo más retrasadas, mientras el Ford GT de Keating Motorsports se mantiene en primera posición, demostrando que el coche de la marca del óvalo se adapta a la perfección a la gestión de un equipo privado. Ahora mismo, el hombre que está al volante de la máquina más dominante de la carrera (con el permiso de los Toyota) es el propio Ben Keating , que tiene una ventaja de más de una vuelta sobre el Porsche de Team Project 1 en el que Patrick Lindsey está pilotando en estos momentos con dos minutos de renta sobre el Ferrari de JMW Motorsport con Jeffrey Segal sentado en el asiento del piloto. El momento tenso de esta clase llegó hace unos minutos con sendas salidas de pista del Porsche de Gulf Racing número 86 y el Ferrari número 60 de Kessel Racing, a la vez pero en puntos distintos. Los dos pudieron volver a pista aunque generaron unos momentos de «Full Course Yellow».