En unas horas os sacaremos la crónica de las dos carreras de la IndyCar Series, pero esto es demasiado curioso como para dejarlo pasar. La segunda de las carreras en el circuito urbano de Detroit Belle Isle vio cómo su inicio quedaba retrasado al perder el control del ‘pace car’ su piloto. Y era ni más ni menos que el vicepresidente de General Motors, Mark Reuss, al volante de un hasta ese momento reluciente Corvette ZR1.
En su descargo hay que explicar que llovió por la mañana y por lo tanto había poco agarre en pista, algo en lo que hizo especial hincapié Chevrolet con una nota de prensa postcarrera. Pero el papelón de un alto cargo de General Motors en su cita de casa no deja de ser impresionante. Afortunadamente ni Reuss ni su acompañante sufrieron lesiones de ningún tipo.
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— Pat McAfee (@PatMcAfeeShow) June 3, 2018
Más allá del lógico retraso en el reinicio de la prueba, Oriol Servià tomó el relevo para el resto de la prueba (ha venido ejerciendo de piloto del ‘pace car’ a lo largo de la temporada). Y el fin de semana horrible para Chevrolet se completó con un segundo triunfo de un Honda (Ryan Hunter-Reay) tras el ya cosechado por Scott Dixon el día anterior.
