Desde el Campeonato Mundial de Resistencia han reafirmado que para la próxima temporada se aplicarán restricciones en lo que respecta al sonido que emiten los motores, estableciendo un máximo de hasta 110 decibelios para la clase Hypercar y 100 para los LMGT3. De allí que el Aston Martin Vantage AMR LMH, único prototipo con motor V12, esté obligado a competir con silenciadores durante todo el calendario del WEC pero tenga la potestad de participar sin ellos en el Campeonato IMSA Sportscar. La novedad acá es que la prohibición afectará a los GT3 cuando se creía que solamente los prototipos eran los que bajarían la intensidad del sonido a su paso.
Se explicó que con estas medidas se busca una categoría más amigable con el medio ambiente al considerar que sonidos tan elevados también constituyen contaminación. En lo que respecta a los coches LMGT3 no se exige mayor modificación que instalar silenciadores si a sus máximas revoluciones superan los 100 db a una distancia de 15 metros y altura de 3 metros. Esta reglamentación es similar a la que se aplica en la Nürburgring Langstrecken-Serie con la salvedad de que allí el límite es de 98 db para la clase SP9, justamente para los coches GT3 homologados por la FIA, así que los fabricantes no deberían tener inconvenientes en realizar los ajustes.
Esta temporada del WEC, Porsche Motorsport utilizó silenciadores en su 911 GT3 R spec 992 y ello no representó un cambio significativo en su rendimiento. Pero de igual manera, el personal del WEC se encargará de controlar las emisiones de sonidos en todos los coches, incluyendo los prototipos. También se van a introducir otros cambios en la clase LMGT3 como los indicadores de coches líderes, iniciativa copiada de la IMSA, para que así los espectadores comprendan cómo se está desarrollando la carrera tras observar los coches pasando frente a las tribunas.
Vía Motorsport Total