Ciertamente, con las nuevas reglas las expectativas por observar una propuesta radical estaba en el aire, pero una vez expuestos todos los monoplazas de esta temporada no hay ninguno que deslumbre por ser rompedor o novedoso si se compara con sus antecedentes más recientes. La aleta de tiburón, los apéndices, el ala T sobre la tapa motor no causaron mayor impresión, tal como en su momento provocaron los monoplazas de seis ruedas. En tal sentido, Frank Dernie, ex jefe del departamento aerodinámico del equipo Williams hasta 1989, indicó que el FW08B ha sido la propuesta más radical que se recuerde en las últimas décadas.
Dernie manifestó que para finales de 1981, con el competitivo FW07C como base, el grupo de ingenieros capitaneado por Patrick Head decidieron diseñar y construir un coche de seis ruedas, pero a diferencia del Tyrrell P34, el Williams tendría cuatro ejes de tracción en la parte trasera y un eje convencional de dirección en la parte delantera. Una vez culminado el particular monoplaza, el campeón Alan Jones lo probó en el circuito de Donington Park y los resultados fueron satisfactorios, el FW08B había sido un experimento exitoso y en Williams confiaban en conquistar el título de 1982.
Explicó Dernie que los datos arrojaron que el coeficiente de arrastre del coche era el mejor y ello representaba una gran ventaja ante sus adversarios sobre todo en las rectas, también el diseño de los pontones laterales aumentaba considerablemente el efecto suelo, ayudando a transmitir toda esa tracción al circuito. Agregó que para el FW08B se tenía presente el March 2-4-0 de Robin Herd, cuyo concepto era muy similar con la variante que las ruedas delanteras eran más grandes que las posteriores, lo que producía una gran resistencia al aire. La propuesta de Herd no pudo materializarse por falta de presupuesto, pero en Williams demostraron que en gran parte estaba en lo correcto.
Recuerda Dernie que estaban muy emocionados, tanto Patrick Head como él, en un almuerzo que tendrían con Frank Williams para darle las buenas noticias sobre el desempeño del nuevo monoplaza durante las pruebas, pero al informarle los detalles, el propietario de la escudería los miró con detenimiento y les preguntó sobre las cuatro ruedas motrices y cómo serían permitidas si el reglamento de la FOCA prohibía tal configuración.
Nuestro coche no fue prohibido porque tenía seis ruedas, fue prohibido porque había cuatro ruedas motrices. Avanzamos tanto en el concepto que no nos percatamos de los nuevos reglamentos y caímos en la trampa de la FOCA. El coche habría sido sin duda extremadamente rápido, mucho más que un coche normal porque hasta el borde terminal del subsuelo era aerodinámico y además las cuatro ruedas motrices no permitían perder adherencia tan fácilmente.
Vía | Motorsport Total