Ausente de la competición durante los últimos años, Proton (Perusahaan Otomobil Nasionales) parece que quiere cuidar seriamente su pasado en las carreras y darle brillo ante lo que puede ser el inicio de su nuevo proyecto en los rallyes con el Proton Iriz R5. Ahora bajo el paraguas económico del Grupo GEELY, el fabricante malasio ha vuelto a sacar a la luz el que quizás fue uno de sus proyectos más secretos; el de su nonato World Rally Car.
Seguramente a muchos les pille por sorpresa que además de la versión actual del Iriz R5, recientemente homologada, así como su predecesor, el Proton Satria Neo S2000, hubo un pasado incluso exitoso de la marca del sudeste asiático en competición. Además de un Proton Iriz R3 que compite en el nacional de turismos en Malasia, Proton siempre se caracterizó por tener un nombre ligado al PWRC, el Mundial de Rallyes de Producción, en el que compitió con unos vehículos que sospechosamente se parecían al Evo de Mitsubishi.
Tal fue la efectividad del Proton Pert en su categoría, que tiene el honor de haber sido coronado como el primer Campeón del Mundo de Producción de la historia, ya que fue en 2002 cuando la Copa del Mundo dejó paso al campeonato intercontinental. Karamjit Singh tomaba el testigo de los Lancer Evo VI Manfred Stohl y Gabriel Pozzo, venciendo a sus rivales en lo que no solo era un destacado logro para una marca prácticamente desconocida en Europa, sino que además reafirmaba a los responsables del proyecto que eran capaces de conseguir cosas grandes por una táctica tan histórica como la imitación/copia.
De esta forma, a nadie le resultó nada descabellado que el anterior proyecto de la firma hubiera implicado en parte al gran rival del Mitshubishi, el Subaru Impreza de 1997. Los directores cogieron su Proton Putra (una versión del Mitsubishi Mirage Asti) y se sentaron con David Richards, por aquel entonces patrón de la Prodrive que era responsable de hacer las versiones de competición de la firma de las estrellas.
Como el nuevo modelo de Subaru ya había debutado y tenía su propia variante de carreras, los británicos no tuvieron problema para construirles dos World Rally Cars a Proton que prácticamente calcaban al completo al Subaru Impreza WRC. Bajo el capó nos encontrábamos el propulsor del 4G63T 2.0 litros de 4 cilindros de origen Mitsubishi que estaba asociado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades firmada por Hewland, la misma que también empleaba por ejemplo los SEAT Cordoba WRC y Skoda Octavia WRC.
Obviamente la imagen aséptica del modelo de producción fue aderezada con nuevos pasos de rueda, un alerón de grandes dimensiones y un frontal completamente rediseñado, mientras que en el interior los acabados fueron impresionantes, con elevalunas eléctricos, tomas de aire integradas en las puertas e incluso la situación del terratrip prácticamente al alcance de la mano derecha del copiloto. Se trataba de un modelo muy bien pensado que podría haber llegado a tiempo para los primeros años del Siglo XXI.
Obviamente la historia no tendría sentido si hubiera llegado a debutar. Las dos unidades calzadas por Pirelli que se ensamblaron fueron enviadas directamente a Proton, donde aparecieron en un aparcamiento de la empresa en su Centro de Excelencia, situado en Shah Alam. En las imágenes filtradas hace unos años se veía a la intemperie, sucio y con lo que parecía un cartel, lo que muchos llegaron a relacionar que era propiedad de un particular que quería deshacerse de él (tenéis las imágenes en la galería).
No se dio ninguna razón para un proyecto fallido, ni tan siquiera se reconoció su existencia. Algunas teorías hablan de que los grandes presupuestos echaron para atrás al fabricante, otros dejan entrever que Subaru se enteró del trabajo de Prodrive y exigió su exclusividad. La última opción relacionaba también a que Mitsubishi se hubiera percatado del proyecto y no quisiera ver un coche ‘suyo’ compitiendo frente a su Grupo A o a su posterior WRC poco competitivo. Nació ahí el proyecto Pert en el PWRC, terreno en el que Proton terminó venciendo a los Mitsubishi.
Para los que les siga enamorando este proyecto, podéis respirar tranquilos. Las últimas fotografías tomadas por Jay’s Speed-Graphy (Jay Soh Tsu Chung) demuestran que las unidades están a buen recaudo y que las inclemencias meteorológicas no han devorado ninguno de los elementos característicos de este World Rally Car 2.0 que nunca llegó a competir. Además, ahora como modelo ‘reconocido’ comparte lugar de exposición junto a otros modelos oficiales como el S2000 o el propio R5. Gracias a Jay por dejarnos compartir sus imágenes con todos vosotros.