Ya hace unas semanas expresaba mi preocupación acerca de que uno de los principales atractivos del World RX, su reglamento libre, podría ser también un arma de doble filo con la llegada de equipos que cuentan cada vez más con apoyo oficial de los fabricantes de automóviles. Mientras que FIA, el promotor del campeonato IMG y los equipos trabajan para poner límite a los días de test disponibles durante el año, hay un par de cambios vitales para esta temporada que comienza este mismo fin de semana.
El primero de ellos tiene relación con la utilización de turbos. Cada piloto podrá hacer uso de dos unidades por fin de semana, sólo seis por años. Si se superan estas medidas, se restarán 10 puntos en el campeonato. Por su parte, se mantiene la limitación en cuanto al uso de motores, siendo tres unidades el máximo del que dispondrá cada competidor durante el año y recibiendo 15 puntos de penalización cada vez que se supere dicho límite.
Sin embargo, el apartado del reglamento deportivo en el que mayores cambios ha habido es precisamente en la normativa creada para limitar los contactos y la conducta antideportiva. Después de las numerosas quejas durante el año pasado (entre ellos Sébastien Loeb fue uno de los que más insistió en ello), la FIA ha decidido incluir un apartado que castigue los toques innecesarios y que perjudican al desarrollo normal de la competición.
Para poneros en antecedes, los comisarios determinarán a partir de ahora que acciones son merecedoras de recibir una advertencia. Para ello se utilizarán las distintas OnBoards disponibles, así como cámaras fijas que cubran por completo el recorrido del circuito, especialmente colocadas para ver los principales puntos problemáticos. A partir de ahí, tres advertencias supondrán un castigo de cinco puntos en la general del campeonato, seis corresponderán a 10 puntos, ocho serán 15 y más allá de la décima amonestación supondrá la descalificación del World RX.
Está claro que el RallyCross es un deporte de contacto, en el que los toques, colisiones y en ocasiones el echar fuera de pista a otro competidor es en ocasiones inevitable debido a las particularidades de la disciplina. Es por ello que no se puede amonestar cualquier acción, ni considerar como antideportiva a muchas de ellas. Sin embargo, está claro que la FIA ha optado por ser ‘poco vehemente’ a la hora de castigarlas, tal vez demasiado. Este cambio en el reglamento no quiere decir que en el pasado los comisarios no sancionaran las acciones duras o innecesarias en pista, ya lo vimos el año pasado con Solberg y Ekström en Letonia, parece más una forma de avisar a los participantes de que este año estarán aún más atentos a las mismas.