Quizás es una de las propuestas de recortes de costes más a tener en cuenta de las que se han realizado durante los últimos tiempos. Con la posibilidad de que el calendario aumente hasta las 14 o 15 citas en un futuro no muy lejano, el promotor del WRC junto a los equipos y la FIA, están buscando una solución que permita añadir nuevas citas al calendario sin que los costes se disparen de forma dramática no sólo para los fabricantes, sino también para los equipos privados, los cuales corren peligro de extinción.
Después de ponerse sobre la mesa posibilidades como la de recortar el formato competitivo, limitar los días de prueba anuales que tienen disponibles los equipos o eliminar el shakedown, las informaciones publicadas por el medio británico, Autosport, apuntan a que se está trabajando en la opción de adoptar una especie de test grupales en el Campeonato del Mundo de Rallyes tal y como ya ocurre en el Mundial de Fórmula 1 con las pruebas de rookies o con los test invernales.
Las cuatro marcas que están actualmente involucradas en las series intercontinentales discuten la opción de compartir gastos a la hora de hacer test sobre asfalto (sobre tierra no se podría hacer algo parecido debido a que el estado de la superficie sufre muchas más variaciones con el paso de los coches) alquilando cuatro secciones distintas en una misma zona para que sean representativas para la siguiente prueba sobre alquitrán. Los equipos se irían rotando dichos tramos, haciendo una mejor gestión económica y además dando la oportunidad a que los aficionados puedan acercarse a contemplar este tipo de jornadas.
Por las palabras de Rich Millener, responsable de la relación con los clientes de M-Sport, parece que ha sido desde el cuartel general de los de Cumbria del lugar del que proviene dicha propuesta, posiblemente por la necesidad de mantener controlados los presupuestos en su batalla con tres equipos con apoyo directo de fábrica. Queda por ver si el resto de las formaciones están de acuerdo con una medida similar y si no entrará en juego la clandestinidad y la protección a las novedades que muchos prefieren para sus proyectos.
Para tierra, tenemos que reducir el número de días disponibles, esa es una solución bastante simple, probablemente a uno de los pilotos no le guste, pero los costos se están volviendo locos. Para el asfalto, tenemos la oportunidad de seguir el camino de la Fórmula 1 y hacer algo interesante con los equipos juntos. Para la mayoría de los rallyes, podemos encontrar cuatro caminos representativos en un área y compartirlos, girando a su alrededor. De esa forma, compartimos el costo de las carreteras y creamos algo por lo que el promotor y los fanáticos pueden entusiasmarse: probablemente generemos tanta exposición de esas pruebas como lo haríamos en otro rally.
Vía | Autosport.com