¿Qué se le ha perdido a una profesora de Geografía (y escritora) en el Lago Rosa de Dakar? Más de uno se lo podría preguntar más allá de la curiosidad por conocer nuevos lugares, sin duda, hacerlo en uno tan especial como este enclave africano, pero en el caso de Elisabete Jacinto se explica a través del propio deseo de competición de la piloto lusitana. Aunque ya hace tiempo que decidió dejar de enseñar a sus alumnos para dedicarse plenamente a las carreras, la figura de esta lusa de menuda estatura se ha ido agigantando con sus éxitos en una disciplina tan compleja como esta.
Siguiendo las mismas huellas dejadas en la arena por Jutta Kleinschmidt hace casi dos décadas, Elisabete puede presumir que al igual que la alemana se convertirá en una referencia para las nuevas generaciones de pilotos féminas que decidan iniciarse en el siempre complicado mundo de los rally-raids, al igual que actuaciones tan destacadas como las de Cristina Gutiérrez en este Dakar 2019 (el pasado jueves consiguió su mejor resultado parcial siendo 26ª en una etapa) o una inconmensurable Laia Sanz, incansable ante el esfuerzo y los varapalos en forma de enfermedad.
Jacinto se sentó el pasado sábado por última vez en su MAN TGS de 830 CV antes de ver la meta del Lago Rosa donde le esperaba a ella y a sus acompañantes (su navegante de confianza, José Marques y el mecánico Marco Cochinho) de aventura el premio de la victoria. Jean-Louis Schlesser la esperaba allí, con los pulgares en alto en un momento que sin duda le trajo algún fantasma del pasado. Al igual que Jutta, Elisabete también se estrenó en el Dakar en moto en aquella edición ya lejana de 1998, desde entonces se ha centrado en las cuatro ruedas, siendo actualmente la única referencia que tenemos entre mujeres pilotos que compiten en rally-rais en la categoría de camiones internacionalmente.
Año tras año, junto al equipo Bio-Ritmo y a la montura que le acompaña desde hace ya más de una década, Elisabete se marcó el objetivo de conseguir vencer la Africa Eco Race entre los camiones, algo que desde este 12 de enero ya puede presumir de haber conseguido. Sexto podio en 10 participaciones (2011-14 y 2016) y primera victoria en camiones dentro de esta cita que este año unía de nuevo Mónaco con Dakar. Un éxito que se suma al de los triunfos en el Rally de Marruecos o en el Rally de Túnez, así como la vencedora entre las mujeres en las ediciones del Dakar de 2000 y 2001, años en los que competía sobre dos ruedas.
El equipo luso aprovechó a la perfección que Gerard De Rooy no quiso defender su victoria de 2018, mientras que KAMAZ Masters, al contrario que lo ocurrido en años anteriores, también prefirió saltarse la cita y centrarse en el Dakar después de haber tenido que desdoblarse para competir en las dos vertientes del Ruta de la Seda, la rusa en fechas tradicionales y la china disputada después del verano. Líderes desde que entraron en Mauritania (allí se canceló la primera etapa porque los helicópteros no podían volar por razones de seguridad), han cumplido con la historia y se han colado con un camión entre los cinco primeros puestos de la clasificación conjunta, nuevo hito para Jacinto.
La Africa Eco Race 2019 marcada por un desquiciante accidente:
No se puede restar mérito a lo conseguido por Elisabete, pero lo cierto es que la edición de este año de la Africa Eco Race ha sido un cúmulo de catastróficas desdichas. Tras haberse embarcado el pasado 1 de enero en el ferry “GNV Crystal” que les llevaba al puerto de Nador en el norte de Marruecos. A partir de ese momento, la carrera en motos estaría marcada por el duelo entre Alessandro Botturi con su Yamaha y Pal Anders Ullevalsetter con una KTM, mientras que en coches, el dominio ejercido por Dominique Laure y su copiloto, Christophe Crespo, les permitió acumular hasta cuatro victorias de etapa consecutivas nada más comenzar en una lista en la que se incluían nombres como el de Kenjiro Shinozuka a sus 70 años.
Sin embargo, si algo dejó marcada la carrera fue precisamente el accidente que sufrió el líder un día después de la primera etapa cancelada sobre suelo mauritano. Dominique Laure recibía el brutal impacto del buggy MD Optimus de Sergey Kuprianov, terminando ambos fuera de carrera cuando ya veían las pancartas rojas del control horario. Afortunadamente sin consecuencias personales, la carrera siguió con la incertidumbre de ver quién sería capaz de anotarse el triunfo, viendo incluso como Yves Fromont y Paul Vidal conseguían vencer una jornada al volante de un Volkswagen Tarek Buggy similar al que vimos en el Dakar. La victoria en motos sería para el italiano Botturi (el cual le dedicaba el triunfo a su madre recién fallecida), mientras que en coches recaería en manos de Jean-Pierre Strugo y François Borsotto, los cuales contaban con más de hora y media de renta sobre David Gerard y Pascal Delacour