En las listas de inscritos de los FIA Motorsport Games siempre hay espacio para multitud de pilotos de todos los ámbitos de la vida. Germán Sánchez Flor alcanzó la Fórmula 2 de la era de Jonathan Palmer, dónde compitió en 2009 en medio de varias vicisitudes económicas y deportivas que le llevaron a apartarse de la alta competición como piloto. Desde entonces ha sido ingeniero en Campos Racing y gestor del Go-Karts Orihuela Costa y atendió a Diariomotor Competición en el estrecho Circuito Aspar.
Diariomotor Competición: ¿Qué te ha llevado a volver a la competición?
Germán Sánchez: Nunca he dejado del todo el mundo del motor, mi familia tiene una pista de karting en Alicante y siempre ha estado muy relacionado al karting. Por ocio he competido mucho con karts como los que usamos este fin de semana, que son más de alquiler. Desde que me llegó que podía representar a mi país y a mi comunidad en un evento tan grande y con tantos pilotos, me atrajo mucho la idea de competir aquí.
DMC: En el proceso de selección, ¿te ofreces o te llaman?
G.S.: En enero salió un formulario para gente interesada y me eligieron a mi entre varios solicitantes, además de a mis compañeros Belén García y José Manuel Pérez-Aicart.
DMC: ¿Como os veis como equipo?
G.S.: Es difícil valorarse respecto a los rivales porque no conocemos a mucha gente y el kart que nos dan al principio no se cambia en ningún momento. Como equipo hemos rodado en otros trazados y nos hemos visto bastante fuertes, así que creo que podemos aspirar a todo.
DMC: ¿Habíais estado en este circuito antes?
G.S.: No conocemos el circuito, solo por vídeos. Intentamos realizar algún test pero no fue posible. Para este tipo de kart es un sitio bastante simple. No tiene nada que ver con la mayoría de kartódromos porque es muy grande, casi todo el circuito es a fondo y hay que ser fino con la dirección.
DMC: ¿Qué inputs puedes sacar del monoplaza hacia el kart? ¿O quizá es al revés?
G.S.: Son dos mundos que no se parecen mucho. La seriedad que le pones en monoplazas, en especial a un fin de semana dónde se rueda muy poco, es lo que más me ayuda en karting. En apenas 4-5 minutos hay que saber como funciona el kart y a quien le va mejor, en media hora en Brands Hatch había que estar muy atento.
DMC: ¿Qué supone regresar a una competición internacional después de 15 años?
G.S.: Cuando mantienes la pasión y te importa lo que haces, siguen entrando los nervios. La responsabilidad de sacar un resultado sigue estando ahí, algunos me dicen que porque estás igual cuando eres veterano pero es lo normal porque intentas hacerlo bien y no meter la pata.
DMC: Correr en casa da un extra de presión o motivación.
G.S.: Sí y estar aquí delante de toda la gente… Vienen 50-60 personas a vernos, conocidos de la zona que me siguen de toda la vida y vuelven a recordar cuando venían a Cheste o a Albacete. Es bonito estar en casa, ahora incluso más porque tengo hijos y que me vean vestido de carreras para competir es precioso.
DMC: ¿Qué recuerdos tienes de tu pasado?
G.S.: Mi punto álgido fue ganar el campeonato de España de Fórmula 3, que ya tenía un cariz internacional y tenía mucho nivel. La F2 era un concepto muy diferente y no sabré del todo si me faltó algo a mi o al coche, los mejores resultados fueron dos octavos. El accidente de Henry Surtees en Brands Hatch me hizo replantearme muchas cosas, en especial por qué mis padres ponían dinero y esfuerzo en un deporte tan peligroso.
DMC: Llegaste a estar en Campos Racing después de ser piloto.
G.S.: Primero me alejé un poco, estudié ingeniería mecánica y siempre he seguido vinculado al karting. Con Campos estuve siete años hasta que el negocio familiar me requirió, es un trabajo más tranquilo y he vuelto a la pista de mis padres desde 2020.
DMC: ¿Es Campos es una buena escuela en el mundo de las carreras?
G.S.: Por supuesto, para mi fue regresar a casa, ya competí con ellos en F3 y me trataron mejor de lo que merecía. Doce años en total entre piloto e ingeniero, siempre me han apoyado como familia y hemos estado muy unidos.