Todo lo que podía salirle mal a Chip Ganassi Racing este domingo salió mal. Y aun así ganó. Posiblemente sea la mayor demostración del dominio ejercido por este equipo, que tuvo que recurrir a la teórica tercera baza para alzarse con el triunfo en las 500 Millas de Indianápolis 2022. Y esa fue Marcus Ericsson, que tras ver cómo caían por el camino Scott Dixon y Alex Palou, supo aguantar la presión y romper el rebufo para cruzar meta por delante de Pato O’Ward.
En realidad y como el resto del mes de mayo, la planificación de Ganassi fue perfecta. Dixon y Palou se alternaron en el liderato para tratar de ahorrar carburante, algo especialmente importante tras destaparse los McLaren de O’Ward y Rosenqvist como grandes ahorradores en el primer relevo. Y aunque en cabeza también estuvo Rinus VeeKay, el neerlandés duró un suspiro al ser la primera víctima de la curva dos, punto crítico de la carrera.
Pero Indianápolis no quería ponerle las cosas fáciles a Ganassi. Primero, un accidente de Callum Ilott justo cuando Alex Palou iba a realizar su segunda parada destrozó las opciones del español, obligado a realizar parada de emergencia más otra parada normal, yéndose así al fondo de la parrilla. Y luego, cuando el duelo directo entre Scott Dixon (que se convirtió en el piloto con más vueltas lideradas de la historia de la Indy 500) y Pato O’Ward parecía servido, el neozelandés cometió una torpeza inexplicable al exceder el límite de velocidad a la entrada de boxes camino de su última parada.
El camino parecía expedito para McLaren, con O’Ward y Rosenqvist muy fuertes y quizá Conor Daly como tercera baza de Chevrolet. Pero Ericsson, que supo esperar su momento, salió de la última parada con un colchón de tres segundos y una inusitada facilidad para la gestión de los doblados, que dieron tremendos dolores de cabeza a los McLaren e incluso permitieron a Tony Kanaan sumarse a la fiesta. Y ahí llegó el tercer golpe para Ganassi: accidente de Jimmie Johnson a siete vueltas del final y la ventaja de Ericsson que se esfumaba.
Se sacó bandera roja para preservar el final de carrera y dejar todo en un duelo a dos vueltas. Y ahí Ericsson se dejó la vida. De forma tan agresiva como efectiva rompió el rebufo para O’Ward y cuando ya acariciaba el triunfo un accidente de Sage Karam sacó la última y definitiva bandera amarilla. Triunfo para el sueco (segundo del país escandinavo tras el de Kenny Bräck) por delante de O’Ward, Kanaan y Rosenqvist.
Entre las menciones especiales, sin duda hay que destacar a Alexander Rossi, quien antes de marcharse a McLaren firmó con su quinto puesto el mejor resultado para Andretti, que vio abandonar a Grosjean (accidente) y Herta (avería), seguido de Daly, Castroneves, Pagenaud y Palou, finalmente noveno. El catalán recuperó posiciones progresivamente desde el 27º puesto pero en la última resalida cedió un puesto, quizá muestra de que en el cuerpo a cuerpo le hubiera faltado. En todo caso, tan doloroso como el segundo puesto de 2021 pero un buen resultado en lo que respecta a la lucha por el título. El primer Penske, Josef Newgarden, no pasó del 13º puesto. ¿Y Scott Dixon? 21º.
Foto | Indianapolis Motor Speedway