A NASCAR ya le ha salido un tiro por la culata. La pasada carrera de la Xfinity Series disputada en Texas fue diferente a todo lo que se suele ver en el stock car estadounidense: su primera mitad fue excitante y entretenida; su segunda, un completo festival de coches en círculo puro y duro, en el que ni siquiera las caution hicieron acto de presencia. Erik Jones aprovechó la situación para vencer con autoridad y afianzarse en los coches invitados de Joe Gibbs Racing del campeonato de preparación que dejó escapar en 2016.
No empezó bien el piloto de Toyota, cuya segunda posición en parrilla fue penalizada por la parte exterior de las curvas 1 y 2 del trazado texano, recientemente renovadas y rebajadas. Joey Logano se fue desde la pole position hasta que su perseguidor, Daniel Hemric, fue víctima de un trompo en la 2ª curva. Jones apenas tardó cinco vueltas en pasar a Logano tras la resalida y despegó respecto al resto de los competidores, ganando con comodidad el primer segmento por delante de Ryan Blaney y de un apagado Logano. Casey Mears dejó aceite en pista durante la caution, hecho que obligó a dirección de carrera a sacar la bandera roja para limpiar el trazado.
William Byron era el nuevo líder, pero no tardó en ser adelantado por Blaney y por Daniel Suárez. El mexicano llegó a ser el fugaz cabeza de carrera, hasta que un toque con el muro y un posterior roce de Logano le hizo trompear. Aparecieron dos caution más: un golpe grupal entre Darrell Wallace Jr, Tyler Reddick, Justin Allgaier y Brennan Poole y un trompo solitario de Garrett Smithley. Blaney, Erik Jones y otros pilotos punteros decidieron parar en boxes bajo la caution de Smithley, a falta de solo 7 vueltas para el final del segundo segmento, pero la estrategia no fue la adecuada a corto plazo. Ninguno de los que pararon subieron muchas posiciones, dejando a Byron, Elliott Sadler y Ryan Reed como los tres primeros clasificados de la segunda parte.
Por suerte, el segmento definitivo fue a favor de aquellos que decidieron sacrificar su estrategia en la segunda partición. No hubo ninguna interrupción en la segunda mitad de la carrera, que se convirtió en un desfile de coches rápidos incapaces de pelear por posición alguna. Los problemas mecánicos de Joey Logano y de Jeff Green pudieron resolverse a tiempo antes de sacar ninguna caution, dejando la victoria en manos de Erik Jones. Ryan Blaney, Kevin Harvick, Austin Dillon y Cole Custer completaron el top 5 de una olvidable tarde. William Byron fue séptimo y se acerca a solo seis puntos de Elliott Sadler, su compañero de equipo. El descanso de Semana Santa dejará a los coches de la Xfinity Series aparcados hasta la Dash 4 Cash de Bristol.
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Posición | Piloto | Equipo | Marca |
1 | Erik Jones | Joe Gibbs Racing | Toyota |
2 | Ryan Blaney | Team Penske | Ford |
3 | Kevin Harvick | Stewart-Haas Racing | Ford |
4 | Austin Dillon | Richard Childress Racing | Chevrolet |
5 | Cole Custer | Stewart-Haas Racing | Ford |
6 | Darrell Wallace Jr. | Roush Fenway Racing | Ford |
7 | William Byron | JR Motorsports | Chevrolet |
8 | Ty Dillon | Richard Childress Racing | Chevrolet |
9 | Matt Tifft | Joe Gibbs Racing | Toyota |
10 | Elliott Sadler | JR Motorsports | Chevrolet |