La epicidad volvió a apoderarse de NASCAR en un restrictor plate. Daytona alberga cada mes de julio una cita muy tensa y movida, generalmente más competida que la universal Daytona 500. No decepcionó la edición de 2018, dónde «solo» hicieron falta diez cautions con 34 de los 40 coches implicados en diferentes accidentes y daños durante otra carrera para el recuerdo. Sobrevivió a ellos Erik Jones, que se sobrepuso a la pérdida de un giro y maniobró perfectamente al final para adjudicarse su primera victoria en la Monster Energy Cup Series, un mérito reconocido para un joven en progresión que dejó atrás la carnicería veraniega habitual.
Chase Elliott salía en la pole position y demostraba la bondad de los coches de Hendrick formando un trío delantero junto a Alex Bowman y Jimmie Johnson. Ricky Stenhouse Jr. y Michael McDowell se aliaron para tumbar el liderato de los Chevrolet con éxito en un grupo de diez coches en el que también figuraban los hermanos Dillon, Ryan Blaney, Joey Logano y los Ganassi de Kyle Larson y Jamie McMurray. La fila de a uno era el principal método habitual en los eventos de restrictor plate, intentando Elliott, McMurray y Clint Bowyer el asalto ocasional.
El sol caía sobre Daytona mientras algunos pilotos se probaban en paralelo, comenzando el grupo de Penske formado por Blaney, Logano y Paul Menard. Ty Dillon empujó a su hermano Austin, que se coló segundo entre Stenhouse y McDowell y forzaba un duelo entre los dos campeones de Xfinity. Kyle Busch buscó un hueco que encontró con la ayuda de William Byron y le puso segundo al final del primer segmento, que ganó Stenhouse. Larson, Byron y Elliott formaron el resto del top 5, mientras protagonistas como Logano, Blaney y los Dillon caían lejos por culpa de una mala estrategia de colocación.
Keselowski y Blaney se pusieron líderes en boxes al instalar solo dos neumáticos nuevos en sus coches, aunque el segundo tuvo que volver a entrar al no llenar el tanque de gasolina. Peor les fue a un meritorio McDowell que se fue a la cola con una mala parada y a Ty Dillon, que no pudo resalir con un problema en la presión de gasolina. Paul Menard trompeó en la recta trasera al cruzarse con Johnson y David Ragan y se vio obligado a reparar daños, perdiendo tres vueltas. Keselowski, Byron y Kurt Busch se alternaron el liderato antes de que llegara el primer Big One de la noche después de apenas un tercio de carrera.
Stenhouse empujó a Keselowski y Byron cerró al de Penske, quedando el #2 encerrado con demasiada velocidad y trompeando en la entrada de la curva 3 hacia Kurt Busch. Elliott, Logano y Denny Hamlin fueron muy críticos con el comportamiento de Stenhouse, igual que los primeros incidentados en Keselowski y Kurt Busch. Fueron ellos los principales retirados en el accidente, en el que Larson, Blaney, Bowman, Bowyer, Kevin Harvick, Kasey Kahne, Darrell Wallace Jr., Daniel Suárez, Aric Almirola y Austin Dillon fueron algunos de los 25 pilotos implicados.
Quedaba aún la mitad del segundo segmento por disputarse y Byron tomó un liderato fugaz, que se fue al garete con otro accidente múltiple: Stenhouse empujó a Kyle Busch, que a su vez se fue contra el líder Byron. McMurray, Trevor Bayne y Corey LaJoie quedaron afectados por el segundo accidente. Stenhouse y Ryan Newman tomaron la primera fila y el de Childress quedó apartado por la línea interior, forzando el regreso de la fila individual. El polémico Stenhouse se impuso de nuevo en el segundo segmento, por delante de no habituales de posiciones delanteras como McDowell, Bowman, Kahne y Ty Dillon.
Volvió a desviarse la estrategia en boxes, optando Ty Dillon y Bowyer por poner dos neumáticos. Stenhouse optó por parar más tiempo para arreglar una posible reducción del efecto de la suspensión, que habría hecho el coche más suelto y ayudado a provocar los dos grandes accidentes hasta entonces. Wallace, Bayne, y coches de verdadera zona trasera como J.J. Yeley, DJ Kennington, Joey Gase y Ray Black Jr. tomaban la resalida arriba, pasando Bowyer al liderato con la ayuda de Kahne. Sin embargo, McDowell y Bayne se juntaron para poner al Front Row en cabeza de carrera.
Stenhouse no tardó en regresar a la parte alta, poniéndose segundo gracias a la ayuda de un regresado Harvick superviviente del Big One. Bowman, Johnson, Wallace y Austin Dillon iban hacia arriba con sus correspondientes daños, cediendo terreno Martin Truex Jr. para evitarse más problemas con un posible accidente pero sin llegar a perder el rebufo del grupo trasero. El de Furniture Row cambió rápido de opinión y empezó a ascender hacia el top 10 con la ayuda de Almirola y Bayne, que le auparon a un tranquilo sexto puesto, mientras Stenhouse se volvía a poner líder por el interior del trazado de Florida.
Les asaltaba Johnson, sin victorias en 2018 y con ganas de quitarse de encima la sequía. McDowell recuperó el liderato antes de que Johnson se lo quitase de encima de forma limpia y se situase primero de nuevo. Las últimas detenciones por gasolina se produjeron a falta de 41 vueltas, entrando Johnson, Truex, Bowman, Kahne, Ty Dillon, Newman, Wallace y Chris Buescher entre otros. Stenhouse, McDowell, Harvick y Bowyer alargaron esa parada tres vueltas más y el consumo añadido de los Ford les perjudicó, aunque se llevó peor situación se llevó Larson, que pinchó y se cruzó en el camino del desafortunado Stenhouse.
Johnson fue penalizado por no parar correctamente en su cajetín (el mecánico de la gasolina aún llevaba el bidón encima cuando el heptacampeón pasó por el siguiente pit stall) pero la caution del accidente entre Larson y Stenhouse le vino muy mal y le dejó resaliendo a una vuelta de los líderes. Truex se puso primero y se llevó consigo a otra fila de a uno, la de Kahne, A.J. Allmendinger, Wallace, Buescher y Newman. Kennington trompeó en medio del grupo en un error que resultó en otras cautions aunque no por el trompo en sí sino por quedarse quieto antes de relanzar la marcha.
Truex se hizo un lío bloqueando a Wallace y cedió el liderato ante la línea comandada por Kahne, Newman, Harvick, Bowman, Ty Dillon y McDowell. Kahne cerró huecos a Harvick y a Truex mientras el grupo de 20 coches se quedaba en ocho, siguiendo Bowman, Bowyer, Newman, Erik Jones y Buescher; Bayne, Stenhouse, Almirola (estos dos últimos tocándose en pista), Wallace, Ty Dillon, Allmendinger y McDowell se descolgaban de los líderes en los últimos 15 giros. El toque de Stenhouse fue caro, ya que el de Roush pinchó un neumático y se fue al muro de la recta de meta.
Las seis vueltas decisivas se presentaban como un duelo trepidante en el que los habituales Harvick, Truex y Bowyer se quitaron rápidamente a Kahne. Llegó otra caution por el choque de Gase, McDowell, Almirola (que perdió una rueda en el fuerte impacto), un nuevo golpe que generó un esperado Overtime. En él, Jones y Kahne empujaron mejor a Truex pero justo cuando parecía que la carrera iba a finalizar para empezar la última vuelta, surgió otro accidente con el choque entre Bowyer y Wallace en el que se vieron involucrados Johnson, Bayne, Harvick, Bowman, Brendan Gaughan, Austin Dillon y Ross Chastain.
El segundo Overtime fue el bueno, resaliendo Truex bien hasta que Kahne se entrometió en el exterior de la curva 2. Jones salía al lado de Truex y retomó el rebufo de Kahne para ganarle la posición a Truex en el exterior de la recta trasera en el último giro. Ya no miró atrás Jones de camino a su primera victoria en la Cup Series, por delante de Truex, Allmendinger, Kahne y Buescher. Ty Dillon y Matt DiBenedetto consiguieron hábiles top 10 en su lucha encarnizada, cerca de los cuales se quedaron tres hábiles invitados en Jeffrey Earnhardt, Gaughan y Kennington después de una nueva noche de ensueño en el circuito más famoso del calendario de NASCAR.