Llegó la segunda oportunidad. Cuando Esapekka Lappi confirmó al término del pasado Rallye de Monza que era su última prueba en el WRC parecía que se cerraba una etapa. Sin embargo, el piloto finlandés no tardó demasiado en estar de nuevo en el redil, en este caso en el WRC2 y con un Volkswagen Polo GTI R5 con el que hizo actuaciones memorables y obteniendo victorias tan contundentes como la lograda en Portugal. El expiloto de M-Sport pasaba a ser el gran candidato a robarle el título que parecía telegrafiado con el nombre de Andreas Mikkelsen antes de la aparición de Esapekka.
Sin embargo, el presupuesto se acabó y tal y como adelantó iba a ser muy complicado verle el resto del año luchando por el título. Seguramente el nuevo plan le satisface mucho más, ya que cuatro años después de su primera victoria mundialista, Lappi volverá a estar presente en el Rally de Finlandia al volante de un Toyota Yaris WRC. “Se siente como volver a casa”. No es para menos, muchos consideran que fue un error abandonar Toyota GAZOO Racing para recalar en Citroën Racing, incluido el propio piloto finlandés.
A su derecha estará una vez más Janne Ferm, en este caso al volante de una quinta unidad del Yaris que se sumará a las tres oficiales de Sébastien Ogier, Kalle Rovanperä y Elfyn Evans, así como la cuarta, fuera del paraguas de la estructura que acumula puntos para el campeonato de constructores, en este caso pilotada por Takamoto Katsuta. El acuerdo obviamente se refiere tan sólo a la cita finesa programada para finales de este mes de septiembre, pero deja entrever que Lappi puede ser el anticipo perfecto para la llegada del competidor a la estructura oficial en 2022, complementándose con Ogier en la tercera unidad del GR Yaris Rally1.
La travesía en el desierto para Lappi ha sido sin duda larga. Tras ese inicio espectacular en 2017, cuando consiguió estrenar su casillero en la categoría absoluta en su tercera fecha, la temporada 2018 fue mucho más irregular, reconociendo Tommi Mäkinen que no sabía por qué a su pupilo le costaba tanto coger el ritmo durante las etapas del viernes. Sorprendería a propios y extraños al confirmar que había decidido formar parte del equipo Citroën Racing en 2019 junto a Sébastien Ogier, siendo después el principal damnificado después de conocerse la decisión de que el francés abandonaría la firma de los dos chevrones y que esta se retiraba al no contar con un piloto que pudiera luchar por el título.
Esta decisión llevó a que Esapekka cambiar por segunda vez de equipo en apenas tres años y medio, pasando a M-Sport al aprovechar que era Citroën la que le seguía pagando el sueldo de su segundo año de contrato, pero con los de Malcolm Wilson ya sufriendo con los presupuestos, el Ford Fiesta WRC estuvo lejos de acercarse en 2020 a las victorias. Ahora, aunque llegaron a sonar los nombres de Dani Sordo y Teemu Suninen, parece que Lappi es el mejor colocado para ser ese comodín que buscar Jari-Matti Latvala para el año que viene.
