La relación que se produce entre piloto y copiloto en el mundo de los rallyes es sin lugar a dudas una de las más peculiares que se puede dar dentro del mundo de la competición. Aunque finalmente es el que está detrás de volante el que tiene incidencia directa entre lo que separa la victoria o el segundo puesto, es el trabajo de la persona que está detrás de las notas el que debe guiar sin ningún tipo de gallo al primero. Los dos buscan un bien común, por lo que es en la tensión de la competición donde surgen esas anécdotas que solo conocemos gracias a esas OnBoards aliadas que nos descubren todo lo que sucede dentro del habitáculo.
De esta forma, la historia nos ha dejado grandes momentos para el recuerdo, siendo el Coimbatore Rally de 2013 uno de los más vistos. Todo eran buenos deseos para el piloto Samir Thapar y su Mitsubishi Lancer Evo X antes de ver la salida en la prueba india. A partir de ahí, el copiloto se convierte en una máquina de reproches, rectificándole cada una de las curvas, cada movimiento y cada error. El “’¡Samir!” se convirtió en uno de los primeros memes relacionados con los rallyes de Internet, llegando a despertar la compasión de muchos por un piloto que suficiente tenía con pelearse con el coche.
‘Payo’ Carbonari es uno de esos copilotos de la vieja escuela a los que todavía les gusta seguir marcando su salida con el cronometro personal. Su calma antes de los tramos se convirtió en un filón de cámaras OnBoard en los que se le ve con su peculiar estilo de cantar las notas a Nico Angeloni, imágenes que fueron capaces de cruzar el charco y hacerse muy famosas también a este lado del planeta.
Claudio Chirino también se encarga de utilizar “el bien prolijo” con su piloto cuando intenta que el competidor sea más limpio en sus trazadas, sin embargo, el resultado fue parecido, con Nicolás Adaro aguantando una sonora riña durante el Rally Puntano.
En España también tenemos mucho humor en los tramos:
Aunque obviamente tienen la función principal de guiar a los pilotos a través de las notas, ayudándoles a poder realizar más rápido un tramo a pesar de las pocas pasadas de entrenamiento, los copilotos cumplen en muchas ocasiones la función de psicólogos improvisados a la hora de tratar de gestionar la efervescencia de su compañero de la izquierda. La pareja Iván Bajo y Manuel Mora es un buen ejemplo de ello, dejándonos algunos momentos durante las dos últimas temporadas que “han sido carne” de vídeo que se pasa a través de los Grupos de WhatsApp. La temporada 2020 ha comenzado fuerte… No era para menos, viendo lo rápido y en forma que tiene el Peugeot 205 atómico.
Aunque su relación profesional no se mantiene actualmente, José Antonio “Cohete” Suárez y Cándido Carrera nos dejaban este bonito compilado con sus imágenes a bordo del Hyundai i20 R5 en la temporada 2018 en la que se puede comprobar la estrecha asociación con la que contaban. Lo que el propio piloto asturiano denomina como «escenas de matrimonio» ya que precisamente puede ser una similitud completamente asumible debido a esa relación de amor-odio que se puede dar en dichos momentos de tensión.
El icónico Sainz-Moya en el Safari de 1997:
Aunque si hubiera que quedarse con uno de los momentos más espectaculares vividos dentro de un cockpit, sin duda deberemos remontarnos a la temporada 1997, año en el que Carlos Sainz y Luis Moya se encontraban disputando el Rally Safari al volante de Ford Escort. Las escenas vividas, resumidas en este caso por Canal+, nos permitieron ver uno de los instantes históricos del WRC que han pasado ya a formar parte de los recuerdos de prácticamente todos los aficionados que las vieron en su día.