Esperpéntica primera carrera del Super GT con victoria de Honda y sin debut de Àlex Palou

Tal y como acabó en 2018, empieza el Super GT 2019. Por lo menos en cuanto al equipo ganador en la clase GT500, un Honda NSX del equipo ARTA que se impuso en el estreno de sus nuevos colores en una carrera de esperpento programada a 82 vueltas que se dio por terminada tras 30 giros… con un espectacular total de 8 de bandera verde que realmente fueron algo menos por aquello de neutralizarse la carrera antes de pasar por meta en ciertos casos. Naturalmente, se repartieron solo la mitad de los puntos previstos. En una carrera envuelta en la polémica de la desaparición de la señal internacional (a cargo de NISMO.tv en años recientes) que vio a los pilotos extranjeros reivindicar públicamente su retorno, Àlex Palou se quedó sin debutar en carrera al no dar tiempo de que hubiera cambio de piloto en el McLaren número 720. Lógicamente, sí pudo rodar durante los entrenamientos, en los que realizó buenos registros.

GT500: Espectáculo, sanción y victoria se escriben «Honda»

La primera sesión clasificatoria de la temporada mostró la esperada superioridad de Nissan, que ya en pretemporada parecía superior a sus rivales. La pole position fue para el coche número 23 de NISMO, con la histórica pareja de Tsugio Matsuda y Ronnie Quintarelli siempre al volante. Justo tras ellos, Daiki Sasaki y James Rossiter pusieron el Nissan Calsonic número 12 en primera fila, relegando a los Honda a las tres siguientes posiciones con el coche campeón de Naoki Yamamoto y Jenson Button con los colores de Raybrig como el primero de su marca. Tras ellos, los coches de Keihin y ARTA formaban el contingente de batalla de Honda, antes de dejar el sexto puesto al Nissan de Kondo Racing y el séptimo para el primer Lexus, el número 37 de TOM’S. Nick Cassidy y Ryo Hirakawa, los candidatos al título y subcampeones del año pasado, los únicos en meterse en Q2 de Lexus. El neozelandés aparecería en televisión con un mensaje pidiendo el retorno de un canal internacional que pudiera retransmitir la carrera (hasta 2018 lo hacía NISMO.tv).

Con la lluvia de la mañana del domingo, la carrera tenía todos los alicientes para estrenar este 2019 a lo grande, pero la primera mala señal llegó ya con la salida tras el coche de seguridad. Durante cuatro vueltas estuvo la carrera neutralizada, hasta que se dio bandera verde de forma tentativa. En la zona de cabeza, Naoki Yamamoto adelantó a Daiki Sasaki y situó el Honda Raybrig en segunda posición. Aunque Nissan había brillado en pista seca, los Honda se mostraban especialmente competitivos sobre pista mojada. Desafortunadamente, la carrera quedó neutralizada tras un accidente en GT300, afortunadamente sin consecuencias. La carrera se mantuvo bajo coche de seguridad una vez más hasta la resalida en la vuelta 11. Inmediatamente, Yamamoto realizó el adelantamiento de la carrera al superar por el exterior de la primera curva a Ronnie Quintarelli. Una jugada audaz que situaba a Honda al frente de la carrera mientras Nissan veía como su coche número 23 sufría y era adelantado por el Honda Keihin de Koudai Tsukakoshi.

En la vuelta 14 la carrera volvió a quedar neutralizada esta vez con una bandera roja tras un fortísimo accidente en la zona de las eses del circuito de Okayama, forzando a los equipos y pilotos a estar 50 minutos en la recta de meta bajo una lluvia torrencial, a la espera de tomarse una decisión sobre si era o no adecuado seguir corriendo. Finalmente así se hizo y en la que era técnicamente la vuelta 20, se volvió a la situación de bandera verde. El Honda del equipo ARTA superó al Nissan número 23 en lo que acabaría siendo el adelantamiento de la victoria. Mientras tanto, Tsukakoshi en el Keihin presionaba a un Yamamoto que había logrado escaparse ligeramente. Al final hubo contacto y no solo metafórico puesto que en la primera curva el segundo clasificado golpeó al líder, sacándolo de pista. El Honda Raybrig quedó clavado en la gravilla y pudo volver solo después de perder una vuelta con respecto a los demás. La salida de pista forzó un nuevo coche de seguridad que se justificó aún más con otro accidente en GT300.

El coche de seguridad lideró al grupo hasta la vuelta 32, cuando salió la bandera roja por segunda vez. A causa de las malas condiciones de visibilidad y que la hora límite (3 horas, hoy) iba llegando, se decidió dar la carrera por finalizada tomando como resultado el orden de la vuelta 30… con una excepción, la del Honda Keihin de Real Racing que fue penalizado por el toque anterior, perdiendo así el triunfo que fue a parar a manos de Tomoki Nojiri y Takuya Izawa con el Honda NSX número 8 del equipo de Aguri Suzuki. Tras ellos, la armada Nissan con sus cuatro coches en el top 5, encabezados por Tsugio Matsuda y Ronnie Quintarelli en segundo puesto. El podio lo completaron Daiki Sasaki y James Rossiter, mientras los Lexus estaban mucho más atrás en un fin de semana en el que los coches no funcionaron especialmente bien ni en seco ni en mojado… aunque tampoco tuvieron tiempo de intentar darle la vuelta la situación en carrera. Lógicamente, el campeonato mantiene el mismo orden de carrera aunque con un punto extra de la pole para el Nissan número 23 que vale su peso en oro al no estar sujeto al ‘recorte’ de puntos dominical.

GT300: Un solo adelantamiento que vale un triunfo

En la clase GT300, la gran novedad se daba con el renovado sistema de clasificación que en los circuitos más cortos (Okayama y Sugo) parte a los 29 participantes en dos para realizar la Q1. En cuanto a los intereses de los aficionados españoles, el punto más interesante en esta clase tiene nombre propio: Àlex Palou. El piloto catalán se suma este año a la competición como uno de los ases del McLaren 720S GT3 del Team Goh junto a Seiji Ara. Desafortunadamente su clasificación no fue muy positiva y les dejó en última posición en parrilla. En el lado contrario, pole position del Honda NSX GT3 de ARTA con Shinichi Takagi y Nirei Fukuzumi por delante del Lexus RC F GT3 de Morio Nitta y Sena Sakaguchi, aunque la sorpresa mayor la protagonizaron Shigekazu Wakisaka y Hiroki Yoshida con el Toyota Mark X que usa el «Mother Chassis» (chasis estándar) al ser tercero. La mezcla de Mercedes, Toyota, Nissan y Subaru en el top 10 preparaba una pelea interesante por la victoria.

La salida se realizó tras el coche de seguridad en una carrera que desde el primer momento tuvo a los GT300 como protagonistas, quizás por el hecho de tener a varios pilotos menos experimentados al volante de coches muy complicados de pilotar sobre pista mojada. Tras la bandera verde, uno de los pocos coches que logró mejorar su posición fue el Nissan de Kondo Racing en el que militan Kazuki Hiramine y Sacha Fenestraz. El GT-R NISMO GT3 número 56 subió y bajó varias posiciones a lo largo de la carrera, finalmente asentándose en el quinto puesto que acabó siendo para ellos en la clasificación final. Por delante, el Lexus número 96 de K-Tunes y el Honda número 55 de ARTA eran los principales candidatos a la victoria, sorprendiendo los primeros a los segundos con un adelantamiento en el que la cabeza de carrera cambió de manos mucho más pronto de lo esperado. La carrera quedó neutralizada en la vuelta 8 tras apenas tres de bandera verde por el accidente de Kimiya Sato en el Toyota número 25.

Pero no sería el último incidente de los GT300, con varios coches implicados en un accidente múltiple en una de las zonas más rápidas del circuito que obligó a neutralizar la carrera por unos 50 minutos con la primera aparición de la bandera roja. Afortunadamente, ningún piloto salió lesionado del accidente, pero cada vez quedaba más claro que el estado de la pista no era el correcto para correr. Después de la espera y algunas vueltas tras el coche de seguridad, la carrera quedó tentativamente relanzada en la vuelta 20. Hubo varias peleas en pista pero sin tiempo de permitir que las posiciones se asentaran, el coche de seguridad volvió a llegar por la salida de pista del Honda Raybrig en GT500 y el golpe del Mercedes número 50 de la clase GT300 acabó de sentenciar la situación. Aunque el coche de seguridad se mantuvo en pista hasta la vuelta 32 y permitió que se evaluaran las condiciones del circuito, al final se consideró que era demasiado peligroso seguir corriendo.

De esta forma, Morio Nitta y Sena Sakaguchi se llevaron la victoria en el Lexus número 96, siendo Sakaguchi uno de los pocos en debutar en el campeonato con victoria. El adelantamiento en la parte inicial de carrera valió la victoria sobre el Honda NSX GT3 de Shinichi Takagi y Nirei Fukuzumi, curiosamente con la pole y el segundo puesto, como sucedió con Nissan en GT500. El podio lo completaron Shigekazu Wakisaka y Hiroki Yoshida para sorpresa general, llevando el más extraño de los coches con el chasis estándar («Mother Chassis»), el Toyota Mark X, al podio. Sacha Fenestraz acabó en quinta posición en su debut. Mientras tanto, Àlex Palou quedó clasificado en décimo novena posición en el McLaren 720S GT3 junto a Seiji Ara… pero el español no llegó a subirse nunca al coche en carrera. Estaba previsto que hiciera el segundo ‘stint’, pero las condiciones climatológicas lo cambiaron todo. La próxima ronda tendrá lugar el día 4 de mayo (sábado) en el circuito de Fuji con una carrera de 500 kilómetros.

Sitio oficial | SuperGT.net

Fotos | GTA