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Estos no son los héroes que quiero para el Dakar



Fue un error de bulto que no se debe volver a cometer. Ayer, en el bruto que los encargados de enviar las imágenes del resumen de la jornada a las distintas televisiones que poseen los derechos televisivos se pudo ver dentro de la sección de #Dakar Heroes unas imágenes del motard británico Lyndon Poskitt totalmente fuera de lugar e impropias en una sociedad que lucha por concienciar a los conductores de los peligros de la carretera.

En las imágenes, podemos ver cómo a Poskitt le habían decidido ceder una cámara para que este grabara la experiencia de forma subjetiva. No es un novato en la carrera ni en los raids, por lo que podía dejar buenas imágenes de cómo se vive el Dakar desde dentro. Sin embargo, el resultado muy distinto a lo esperado y de ello parece que se dieron cuenta cuando omitieron ciertas tomas del #Dakar Heroes de la segunda etapa que posteriormente se subió a YouTube.

Y es que más allá de ver la pasión de los aficionados y a los participantes no dudando en detenerse en los enlaces para sacarse selfies con ellos y saludar a los más pequeños, que ven en ellos auténticos ídolos, pudimos ver un comportamiento poco apropiado por parte de Lyndon cuando acometía el enlace hacia el inicio de la especial cronometrada. Conducir con una mano mientras se graba con la otra adelantando camiones, o incluso se permite el rodar con los pies en el manillar mientras sujeta únicamente el puño del gas.

Alguno indicará que su técnica y horas sobre el sillín de una moto se lo permite, e incluso soy el primero al que le han encandilado imágenes pasadas como la de Matthias Walkner o Adrien Van Beveren gustándose al manillar de sus monturas mientras ruedan en la especial realizando toda serie de caballitos o posturas más propias del motocross. La diferencia es que Poskitt rodaba en tráfico abierto y los ejemplos anteriores lo hacían en un recorrido reservado a la competición.

No sólo es el poder poner en peligro a otros conductores o espectadores que observan la caravana pasar por delante de sus casas, sino que también se está difundiendo un mal ejemplo al resto de usuarios de la carretera. El Dakar es un altavoz muy importante del automovilismo y el motociclismo y es por ello que este tipo de situaciones deben ser cortadas de raíz.

En su momento, con Robby Gordon, no se tomó ningún tipo de medida mientras realizaba sus ‘shows’ en carretera (trompos en la salida del peaje de autopista, avanzar subido al techo de su Hummer…), algo que desembocó en un accidente grave al final de la última edición del Dakar. Tal vez sea el momento de actuar de oficio y no sólo castigar los excesos de velocidad. Pruebas desde luego no faltan.


Gracias a Miguel Morales por la corrección sobre el freno.

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Iván Fernández

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