Ocho pilotos menores de 26 años y con experiencia al volante de un R5. A pesar de que faltaban nombres importantes en la selección realizada por Hyundai Motorsport, tales como el recientemente proclamado campeón del ERC Junior U28, Marijan Griebel, Nikolay Gryazin, Ralf Sirmacis o el propio Cristian García, la iniciativa por parte de la firma surcoreana demuestra que los equipos están dispuestos a invertir en jóvenes promesas, situación que se había visto frenada durante los últimos años por la crisis económica a la que el Mundial de Rallyes tampoco pudo permanecer ajeno.
Sébastien Ogier o Thierry Neuville por parte de Citroën, Hyundai con Hayden Paddon, Andreas Mikkelsen en el caso de Volkswagen, Ott Tänak y Elfyn Evans en el de M-Sport. Estos han sido la última remesa de pilotos que ha surgido de las categorías ‘inferiores’ de los distintos fabricantes. Todos ellos ya afianzados en el WRC, fueron los últimos vestigios de una generación que no vio continuidad, que fue testigo de cómo otros muchos se quedaron por el camino y además dio lugar a uno de los momentos más bajos en lo que respecta a la saga de finlandeses voladores.
La decisión por parte de la FIA de introducir la posibilidad de contar con tres pilotos dentro de cada equipo oficial fue el espaldarazo que necesitaba el campeonato por mucho que algunos responsables tuvieran ciertas reminiscencias al inicio debido a los costes extra que supone tener una tercera unidad y además la ventaja que supone a la hora de negociar los contratos el conocimiento de la necesidad por parte de las formaciones de asegurar la contratación de pilotos fiables y que sumen regularmente puntos para el apartado de marcas.
Esto llevaba a que M-Sport volviera a confiar en los recuperados para la causa Tänak y Evans (además de dar la oportunidad posteriormente a Teemu Suninen), mientras que Citroën confió en las cualidades de Lefebvre y Breen, ambos, pilotos completamente distintos. En el caso de Toyota, la decisión de sentar a Esapekka Lappi en el tercer Yaris WRC vino algo precipitada por los acontecimientos y lo cerrado que estaba un mercado de fichajes que no se terminaba de fiar en el rendimiento de los vehículos desarrollados por el equipo de Tommi Mäkinen.
La llegada del joven finés ha sido toda una sorpresa, y su victoria en Finlandia toda una reivindicación. Los pilotos jóvenes pueden ser competitivos, incluso aquellos como Suninen o el propio Lappi, que se han saltado el paso intermedio entre los R5 y los nuevos World Rally Cars. Ahora es Hyundai la que quiere descubrir a su nuevo campeón del Mundo. Un piloto en el que dejar su legado, del que presumir proclamando a los cuatro vientos que ha sido responsabilidad de los de Michel Nandan su formación.
Los rivales de Pepe López por el asiento en Hyundai:
A las pruebas, que se celebrarán en apenas unos días, llegará Pepe López sin otras preocupaciones más allá que mostrar todo su talento tanto sobre tierra como en asfalto. El madrileño, al igual que Cohete Suárez, veía cómo este pasado fin de semana en el Barum Rally Zlín se acababan todas las opciones de título entre los pilotos del ERC Júnior U28 (hay una lucha cerrada por ser segundo entre Moffet, Gryazin y los dos españoles de Peugeot). El punto álgido de la temporada para el protegido de Teo Martin fue precisamente el Rallye Islas Canarias. Una victoria que seguía al sufrido podio en Azores. Buena forma de iniciar un año que se torcía en Polonia con una tempranera retirada y un nuevo triunfo para el casi imbatible Marijan Griebel.
El piloto español es uno de los pilotos que menos kilómetros ha competido al volante de un R5 de los que quedan en liza dentro de la selección de Hyundai. Únicamente Jari Huttunen y Gus Greensmith cuentan con parecida o menor experiencia respecto al piloto de Peugeot Sport. Del finlandés ya hemos hablado en el pasado. Tras arrasar en la Opel Adam Cup, la temporada Jari dentro del ERC Junior U27 no está siendo tan deslumbrante como lo fue su participación en el Rally de Finlandia al volante de un R5 (apoyado económicamente por el propio Jari-Matti Latvala). Cuarto en el campeonato continental y con la victoria en Rzeszow como mayor alegría, Huttunen es el que menos kilómetros tiene a sus espaldas en uno de los vehículos de tracción total homologados por la FIA.
El caso de Kalle Rovanperä se encuentra en el otro extremo. A pesar de no tener ni siquiera 17 años, el hijo del ex piloto de Peugeot y SEAT Sport ya ha pasado por el asiento de un S2000 y ha disputado las dos últimas temporadas al alimón del volante de un Peugeot 208 T16 R5 y del popular Skoda Fabia R5. Bautizado por muchos como el Max Verstappen del Mundial de Rallyes, su carrera está siendo meteórica y la mayoría lo hemos visto crecer sentado en un coche de competición.
Aun así, Karl Kruuda es sobre el papel el piloto con más experiencia de esta especie de operación cazatalentos que está llevando a cabo Hyundai Motorsport. Prácticamente desaparecido durante las dos últimas temporadas (este año está corriendo con un Subaru XV en el nacional chino), este piloto estonio de 24 años no se ha bajado desde 2012 de un S2000/R5, e incluso se dejó ver por nuestros nacionales en más de una ocasión. Conocido por su velocidad y propenso a las salidas de pista, Kruuda puede estar ante su última gran oportunidad para reflotar una carrera deportiva que tal vez fue demasiado rápida al inicio. Su ex-copiloto, Martin Järveoja es la actual mano derecha de Ott Tänak.
Con apenas 20 años de edad, Pierre-Louis Loubet ya lleva a sus espaldas tres temporadas compitiendo en los tramos del Mundial, una de ellas en el JWRC/WRC3 y las dos últimas en el WRC2. La primera de ellas estuvo seriamente lastrada por el pobre rendimiento del Citroën Ds3 R5, sin embargo, en 2017 ya con el Ford Fiesta R5, los resultados tampoco están siendo deslumbrantes, siendo habitualmente superado por las otras unidades pilotadas por Eric Camilli o Teemu Suninen además de los Skoda oficiales.
El propio Loubet ha tenido algún que otro roce con Gus Greensmith y una intensa batalla con Emil Bergkvist, el cual debió haber sido su gran referencia el año pasado cuando ambos pilotaban el DS3 R5, pero tras los muchos problemas de fiabilidad sufridos por el sueco, la balanza quedó demasiado decantada en favor del francés. Bergkvist dejó grandes sensaciones en el ERC, campeonato en el que se anotó el torneo júnior de 2015, al volante, cómo no, de un Opel Adam R2. Ahora en el WRC2, su adaptación está siendo lenta, en gran parte porque el vehículo actual de Citroën dista mucho de estar a la altura del Skoda o de la última Evo del Fiesta.
En cuanto a Greensmith, al igual que Pepe, debutó a finales de la pasada temporada en un R5, aunque en lugar de venir de despuntar en la copa monomarca francesa, el británico llegaba de una temporada más o menos desapercibida en el trofeo DMACK, cuyo mejor resultado fue el segundo puesto logrado en el Rally de Catalunya. Este año, con Craig Parry de copiloto ha encontrado la estabilidad y ha dejado ver cronos interesantes y una rápida adaptación al ritmo de WRC2, categoría en la que suma un quinto puesto en Suecia como mayor hito en la actual temporada.
Seguramente el alemán René Mandel es el que menos nombre tiene internacionalmente hablando de todos los seleccionados. Segundo clasificado del Nacional germano tras su accidente en la última cita, Mandel es la gran sorpresa en esta selección definitiva. Sin salidas al ERC o al WRC, una de sus últimas participaciones allende las fronteras teutonas fue la participación en el Rally de San Marino de 2016. Poco más se conoce de él y tuvo que suponer una grata impresión a la cúpula de Hyundai Motorsport como para incluirle entre los elegidos que superaron el corte.