Durante un buen tiempo las mayores preocupaciones de Bruno Michel, director ejecutivo de Fórmula 2, fueron el control de costos y el escaso interés de las escuderías de Fórmula 1 por conceder oportunidades a los graduados de la serie. Desde el 2020, con Mick Schumacher, ningún campeón de la categoría fue promovido inmediatamente a la Fórmula 1, inclusive a Felipe Drugovich y a Théo Pourchaire, monarcas de 2022 y 2023 respectivamente, les cerraron las puertas de la máxima categoría. Pero de un año a otro todo cambió y ahora la Fórmula 2 afrontará un éxodo de pilotos que no había experimentado desde su instauración, lo que en cierta forma preocupa a sus promotores.
Hasta cinco pilotos de reciente generación estarán en la parrilla de la Fórmula 1 de 2025, destacando el nombre de Gabriel Bortoleto porque nuevamente el campeón reinante es tomado en cuenta para ir de inmediato a la categoría superior. De esa misma camada también ascenderán Andrea Kimi Antonelli, Oliver Bearman e Isack Hadjar, con Jack Doohan, miembro de una promoción anterior, acompañándolos al volante de un monoplaza de Alpine. Por supuesto que se debe tomar en cuenta que Franco Colapinto también puede ser considerado como parte de la promoción que se graduó para llegar a la Fórmula 1 aunque el argentino no será titular el año que viene.
Si bien desde el 2017, cuando la GP2 Series pasó a denominarse Fórmula 2, ningún campeón de esta categoría ha podido reeditar el título en la Fórmula 1, los pilotos Charles Leclerc, George Russell y Oscar Piastri han demostrado que poseen el talento suficiente para ganar carreras y aspirar al título, también otros como Lando Norris, Álex Albon y Yuki Tsunoda han podido establecerse en la categoría, con el británico mostrándose como rival a la corona. Pero sin duda será la primera ocasión que tantos pilotos se van a ir de la Fórmula 2, dejando desmantelada la parrilla de la serie y por supuesto se corre el riesgo de generar desinterés por parte del público al observar la calidad de los participantes.
Para Michel, la disponibilidad de asientos en la Fórmula 1 y el hecho de que el campeón de la Fórmula 2 no pueda defender el título representó un serio inconveniente, lo que se acentuaba cuando el piloto ganador tardaba varios años en obtener el título, lo que generaba rechazo porque se consideraba un veterano enfrentando a novatos. Para los directores de escuderías resulta casi indispensable para ser tomado en cuenta ganar el cetro en la primera temporada, tal como lo hizo recientemente Gabriel Bortoleto y previamente Oscar Piastri.
En palabras de Bruno Michel:
Creo que probablemente ha sido la mejor temporada que hemos tenido en la F2. El nivel de la parrilla fue absolutamente increíble, las carreras fueron muy impresionantes durante toda la temporada y creo que el resultado de eso es que habrá muchos pilotos que pasarán de la Fórmula 2 a la Fórmula 1. Yo diría que durante algunos años, los equipos de F1 se han mostrado un poco reacios a contratar pilotos de F2 porque pensaban que probablemente era mejor para ellos tener pilotos más experimentados porque una diferencia de una posición en el campeonato de F1 genera mucho dinero.
Por otra parte, Michel reafirmó la decisión de no utilizar motores híbridos porque el costo se elevaría hasta un nivel insostenible, una temporada de Fórmula 2 requiere de un presupuesto aproximado de un millón de dólares por piloto para amortizar un costo de tres millones por monoplaza en gastos operativos. Por lo tanto la introducción de la tecnología híbrida dispararía el presupuesto necesario hasta nueve millones por coche, cifra que sin duda espantaría a pilotos, patrocinadores y promotores porque no está en sintonía con una serie de formación. Es preferible entonces mantener el rumbo hacia los combustibles sintéticos para mantener con vida a la categoría.
Vía Motorsportweek