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F1: Drive to Survive. Por qué debes ver la tercera temporada y qué la hace mejorable

Finalmente, la tercera temporada de ‘Drive to Survive’ veía la luz y con ella una decena de capítulos en los que se nos ha contado desde una visión mucho más intimista la temporada 2020 del Mundial de Fórmula 1. Más de seis horas de imágenes inéditas marcadas por un campeonato que se tuvo que desarrollar en formato comprimido, con 17 Grandes Premios en apenas seis meses y un esfuerzo sobrehumano para poder llevar adelante toda la maquinaria faraónica del campeonato.

La docuserie de Netflix precisamente trata de reflejar eso, además de una mirada a esos tiempos muertos que muchas veces no vemos y que en este año de pandemia se vieron ampliados debido a la ausencia de aficionados en la mayoría de los circuitos y a la limitación de presencia de la prensa. La intención de ese aperturismo hacia Norteamérica también se hace más que evidente ya desde los primeros minutos, cuando sin ningún tipo de tapujo, los creadores de la saga ponen el foco en Lawrence Stroll, Zak Brown y tímidamente muestran a Gene Haas como ese mandatario que al igual que James Glickenhaus hace con SCG, dirige los designios del equipo desde la distancia.

Precisamente nos encontramos con un primer capítulo con tres partes muy diferenciadas, en las que se nos propone algunos de los grandes temas que marcaron el año, comenzando por la polémica con el RP20 y su parecido al W10, para pasar posteriormente a hablar de la pretemporada y del cancelado Gran Premio de Australia de forma muy abrupta. En ese punto el capítulo pasa de un tono animado e incluso polémico, a darnos una sensación de apocalipsis, en el que la F1 tuvo que enfrentarse a lo desconocido con las pocas opciones que tuvo en su mano.

A partir de este punto, el capítulo 2 ya se mete en harina tratando el Gran Premio de Austria con el que comenzó la acción para de paso introducir el dramático año de Alex Albon, así como empezar a sacar brillo a la figura de Lando Norris, el cual termina siendo considerado como el gran salvador de la temporada de McLaren a pesar de que fue el propio Carlos Sainz el que terminó contribuyendo con más puntos que el británico. Está claro que la Season 3 de Drive to Survive (en español se la conoce como ‘La emoción de un Grand Prix’, ha elegido girar en torno a los pilotos anglosajones, con la única salvedad de George Russell, el cual se lamentaba en el día de ayer por su total ausencia.

Es cierto que, sin la rivalidad entre Leclerc y Vettel en Ferrari debido al pobre rendimiento del alemán, se busca crear otros hombres de paja para vender precisamente esas rivalidades internas, comenzando por el Christian Horner vs Toto Wolff que se tantea en el segundo episodio, pero especialmente se centran en la lucha de Valtteri Bottas prácticamente contra todos, incluida su vitola de segundo piloto, los comentarios irrespetuosos por redes sociales o a la propia marginación de los miembros del equipo Mercedes-AMG F1, una sensación que queda sintetizada en la imagen del finlandés tomando una cerveza prácticamente solo en el box de la escudería tras haber ganado en Rusia 2020.

Precisamente ese Gran Premio y la estratagema de la clasificación en la que Valtteri dio rebufo deliberadamente a Verstappen para que este partiera desde la pole, termina por establecer ciertos nexos de unión con lo sucedido también en Sochi 2018 y las famosas órdenes de equipo, o con lo vivido en 2016 entre el propio Hamilton y Nico Rosberg. Quizás lo más llamativo es el momento en el que Bottas reconoce que la situación aquel año le llevó a pensar incluso en retirarse de la competición.

Ferrari no se escapa en esta ocasión de ser protagonista de uno de los episodios más dolorosos. Se narra la llegada del equipo al Gran Premio de Italia y el doble abandono de sus pilotos, así como la tensión interna que se vivió desde el anuncio de que Vettel no seguiría en el equipo, con el alemán realizando numerosos comentarios comprometidos sobre la escudería y mostrando en algunos puntos una actitud de ligera rebeldía ante el orden impuesto. Lamentablemente, el acceso que parecen haber tenido en Netflix de la formación italiana parece haber sido muy puntual y prácticamente se pasa por puntillas por el GP celebrado en Mugello donde Ferrari cumplía 1.000 carreras, el cual tampoco arrojó un resultado mucho más positivo.

Los saltos temporales siguen sucediendo y es por ello que se regresa atrás en el tiempo y se vuelve a sacar a colación la polémica Racing Point, siendo Renault el conductor para esa reclamación ante un monoplaza que presentaba ilegalidades respecto a lo que el reglamento deportivo indicaba. De paso, se empieza a tratar una subtrama que posteriormente también quedaría desarrollada al final de la temporada, con la relación de despecho entre Cyril Abiteboul y Daniel Ricciardo después del anuncio del australiano de su marcha a McLaren.

Llegados a este punto, se vira totalmente hacia esa segunda mitad de la parrilla, con un capitulo en el que se trata mucho la figura de Pierre Gasly aprovechando su victoria en Monza y las declaraciones de Christina Horner rechazándole para Red Bull, además de posteriormente volver a mostrar las intimidades de HAAS a partir de la séptima entrega, en la que precisamente se centra la atención en el sufrimiento y las dificultades del equipo estadounidense y la guadaña que también pendía sobre la cabeza del piloto de Alfa Romeo, Antonio Giovinazzi, siendo el GP de Eifel un alivio para ambas partes.

A partir de ahí, quizás dos de los capítulos más importantes sean el octavo y el noveno, en los que veremos tratarse la última temporada de Carlos Sainz en McLaren y cómo esto afectó en su relación con Lando Norris, así como el accidente de Romain Grosjean, sus sensaciones, las de sus seres queridos, especialmente los de su esposa. En ambos casos se trae a la palestra a esas personas cercanas a Carlos y Romain, lo que lleva el desarrollo a un ambiente mucho más personal, mientras que se finaliza poniendo una nota de positividad con la victoria de Checo Pérez en Sakhir y esa llamada de Christian Horner, escenificada, para confirmarle que sería el nuevo piloto de Red Bull Racing después de que Albon no pudiera darle la vuelta a la tendencia.

Se cierra esta tercera season con un breve repaso al Gran Premio de Abu Dhabi, tocando muy de pasada la lucha contra el racismo encabezada por Lewis Hamilton durante todo el año tras la muerte de George Floyd y se habla mucho de esa lucha por el tercer puesto de constructores que terminaría llevándose McLaren.

Cosas a mejorar por ‘F1: Drive to Survive’

La sensación que me queda después de haber visto la tercera temporada de ‘Drive to Survive’ es precisamente la de que sí, tiene 3-4 episodios muy interesantes, pero que han terminado pasando de puntillas por termas clave de la temporada 2020 del Mundial de Fórmula 1. Obviamente la elección de protagonistas ha quedado evidentemente condicionada al centrarse en pilotos anglosajones, pero a su vez han dejado pasar otras situaciones que merecían estar presentes, como el Gran Premio de George Russell con Mercedes en sustitución de Hamilton o la marcha de la familia Williams del mando del equipo.

No hay referencias a Daniil Kvyat, Nico Hülkenberg o el fichaje de Fernando Alonso, y prácticamente hay carreras en blanco como Portimao, Imola, Silverstone, Mugello, Montmeló o Hungaroring que no han tenido ningún tipo de presencia, por lo que aumenta esa sensación de que hay grandes agujeros sin información. También empiezo a encontrar innecesaria la presencia de Will Buxton o Jennie Gow, los cuales sacan de la inmersión que se pretende lograr y frenan mucho esa transición argumental, mientras que he sentido especialmente irritante el que se haya tratado de “engañar” con el tema del DAS de Mercedes, dejando ver que todos los equipos eran ajenos al mismo a su llegada a Spielberg cuando precisamente ya era el tema más discutido desde la pretemporada.

Como recomendación, es mejor verla en versión original (subtitulada para lo que consideren que no son capaces de seguir las conversaciones en inglés), ya que la versión doblada al castellano cuenta con algunas voces innecesarias (la de Jean Todt especialmente), así como errores graves de traducción “Lando eres 4 segundos más rápido que Albon” o “Contraataca en el Mundo de pilotos”.

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Iván Fernández

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