Noche triste en casa del equipo puntero de la Fórmula 1, a miles de kilómetros del escenario dónde el equipo más popular de entre todas sus divisiones va a competir en minutos. Dietrich Mateschitz, figura importante del marketing en las últimas décadas, ha fallecido esta noche a los 78 años. Cofundador de Red Bull, hombre de negocios de éxito, aficionado a los deportes y a la alta competición, Mateschitz murió por culpa de una enfermedad no especificada y se llegó a reportar su defunción (desmentida por Red Bull) hace tres semanas.
Mateschitz nació en Estiria en 1944, región por entonces parte de la Alemania Nazi y centro neurálgico de su vida. Licenciado en la Escuela Económica de Viena, trabajó inicialmente en los departamentos de ventas de Unilever y Blendax, una marca de dentífricos. Durante un viaje a Tailandia para promocionar Blendax descubrió Krating Daeng, una bebida energética local que empezó a venderse y hacerse famosa entre los campesinos a diferencia de la competencia feroz de la ciudad.
Mateschitz vio que el Krating Daeng le aliviaba el jet lag y estableció una asociación con su fundador, Chaleo Yoovidhya, para adaptar la fórmula de la bebida y venderla en Europa con el nombre de Red Bull en 1984. Hoy en día, la familia Yoovidhya posee el 51% de Red Bull GmbH, mientras que la familia Mateschitz tendrá el 49% restante que hasta ahora pertenecía al patriarca austriaco. Es de suponer que la gestión de dicha mitad quedará en manos de su compañera sentimental, Marion Feichtner y de su hijo Mark Gerhardter.
Red Bull es uno de los gigantes del marketing deportivo del siglo XXI, con equipos de fútbol, eSports, hockey hielo y motociclismo en su carpeta, además de espectáculos aeronáuticos, de surf, saltos y esquí alpino entre otras disciplinas. En el mundo de las cuatro ruedas ha patrocinado una cantidad inmensa de equipos, siendo propietario del propio Red Bull y AlphaTauri en F1, y con presencia variada en categorías como NASCAR, Supercars, DTM y Stock Car Brasil.
Descanse en paz, Dietrich Mateschitz.
