La peor noticia con la que se podía despertar el mundo de la competición en este inusual domingo de Pascua. Sir Stirling Moss fallecía este 12 de abril a los 90 años, dejando al automovilismo británico huérfano del que ha sido uno de sus mejores representantes durante años. Como anécdota queda el que Moss no consiguiera ganar el título Mundial de Fórmula 1, se marcha uno de los grandes de las carreras a nivel Mundial, uno de los pilotos más polivalentes dentro al volante de un vehículo de competición.
Retirado desde hace tiempo de la vida pública. Sir Sitling Moss, también conocido como ‘Mr Motor Racing’ o ‘ ‘the epitome of speed’ nunca dudó en subirse a un coche y demostrar su pericia incluso después de haber colgado los guantes. Muchos fueron los equipos por los que pasó y las competiciones en las que participó, estableciéndose como uno de los mejores pilotos de la resistencia y las carreras de deportivos en la década de los cincuenta.
Para la historia quedaron sus victorias en la Mille Miglia de 1955 (para Mercedes), 1000 km de Nurburgring de 1958 y 1959 y el Tourist Trophy de 1959 todo ello enfundado en el mono con los colores de Aston Martin, así como las dos cosechadas en las 12 Horas de Sebring.
Su llegada a la Fórmula 1 parecía dejar en cuestión de tiempo su primer título mundial, especialmente después de la retirada de Juan Manuel Fangio, algo que finalmente no llegaría (fue subcampeón cuatro años consecutivos entre 1955 y 1958, como tampoco pudo vencer en las 24 Horas de Le Mans, las dos espinitas que le quedaron clavadas al llegar al final de su carrera deportiva.
No solo compitió para la firma alada. También lució los colores de Jaguar, los de Maserati y los de Mercedes (se convirtió en el capricho personal de Alfred Neubauer), sumando hasta 16 victorias, incluso con monoplazas que teóricamente eran menos competitivos como los Cooper o los Lotus. Llegados al final de la década de los cincuenta y después de haber perdido el Mundial frente a Mike Hawrthon en 1958 (uno de los protagonistas del “Ferrari: Race to Immortality”), su principal objetivo a perseguir cambió y probó otras disciplinas, entre ellas los rallyes, en la que ya competía su hermana menor, Pat Moss. El accidente sufrido en Goodwood en 1962 lo dejó en Coma y a pesar del empeño en regresar a la competición, Moss decidió finalmente retirarse.
Sería su esposa, Lady Moss, la que informaba este 12 de abril de 2020 al Daily Mail de su trágico fallecimiento. “Murió como vivía, con una actitud maravillosa. Estaba cansado, cerró los ojos y se fue”. Descanse en paz, Sir Stirling Moss, una parte del automovilismo se va contigo.