Timo Mäkinen es uno de esos pilotos que, a pesar de no haber conseguido un título mundial, han pasado a la historia de los rallyes. Uno de los precursores de la larga tradición de los finlandeses voladores, siempre será recordado por su etapa al volante del Mini Cooper S (empezó como vendedor de BMC), con el cual no sólo consiguió anotarse la victoria en el Rallye de Monte-Carlo de 1965, sino que consiguió además tres triunfos consecutivos en el 1.000 Lagos (1965, 1966 y 1967), denominación que se le daba antiguamente al Rally de Finlandia. El Monte-Carlo de 1966 se le sería negado después de que los comisarios consideraran que llevaba unas luces supuestamente no reglamentarias.
Para la historia pasará sin duda esta última victoria con BMC en Finlandia, la de 1967, en la que Timo Mäkinen tuvo que realizar prácticamente a ciegas el famoso tramo de Ouninpohja después de que el capó de su Mini se abriera en pleno recorrido a raíz de los numerosos saltos y a que el propio Timo y su copiloto, Pekka Keskitalo, lo habían decidido dejar un poco abierto (sujeto por una correa) debido a que el motor del pequeño modelo británico se estaba sobrecalentando.
Ante la imposibilidad de ver por debajo (algo habitual en los coches modernos), y al no poder sacar la cabeza por la ventanilla, Mäkinen realizó gran parte del tramo derrapando para tratar de coger referencias a través de las ventanillas laterales. Su conocimiento de esta mítica especial y su espectacular pilotaje le permitieron marcar el tercer mejor tiempo en dicho tramo, algo que también le serviría para apuntalar su tercera victoria consecutiva.
Piloto polifacético, que combinó sus participaciones en rallyes internacionales con pruebas de lanchas y dos participaciones en la Bathurst 500, Timo siguió acumulando triunfos con el paso de los años, incluso en la exigente etapa de los Grupo 4 en la que compitió al volante de los famosos Escort Mk.I y Mk.II (Stuart Turner, su antiguo jefe en BMC fichó por Ford y decidió contratarle) con los que consiguió varios triunfos en el RAC (tres consecutivos entre 1973 y 1975), agrandar su leyenda en las especiales de Finlandia y anotarse la victoria en el siempre exótico y duro Costa de Marfil. Incluso llegó a competir con el Peugeot 504 V6 Coupé acompañado por un jovencísimo copiloto francés llamado Jean Todt.
No consiguió ningún título Mundial, sin embargo, sí triunfó en el nacional finés, en el que consiguió tres entorchados y además fue uno de los primeros pilotos que fue incluido en el Salón de la Fama de los Rallyes junto a su ex-compañero Paddy Hopkirk, Rauno Aaltonen y Erik Carlsson.
Hoy, 4 de mayo de 2017, Timo Mäkinen ha fallecido a la edad de 79 años, dejando en gran parte huérfana a la familia de los ‘finlandeses voladores’ del la cual él había sido uno de los pilotos originales y mentor de hombres como el propio Rauno Aaltonen, Simo Lampinen, Hannu Mikkola y Markku Alén. Descanse en paz.