Ha sido uno de los fines de semana más duros que recuerden en la factoría de Grove. Williams Martini Racing salía ayer del Circuito de Sakhir sabedores de que actualmente ocupan de forma destacada las últimas plazas del Mundial de Fórmula 1 por su escaso rendimiento y que difícilmente podrán encontrar un milagro durante los próximos días para enmendarlo a tiempo de cara al Gran Premio de China que se disputará el próximo domingo, carrera a la que llegan últimos y siendo la única escudería que no ha sumado puntos. ¿Qué motiva estos pobres resultados? Desde el equipo dan su propia versión y no es nada alentadora.
Difícil realidad para una de las estructuras históricas de la parrilla del Mundial de Fórmula 1, más en un año en el que se esperaba mucho de ellos, ayudados por la llegada en la parte técnica de Paddy Lowe y toda su experiencia durante los últimos años en Mercedes AMG F1. Saliendo 18º y 20º en parrilla, Sergey Sirotkin y Lance Stroll no estuvieron en disposición de pelear por objetivos mayores en ningún momento del Gran Premio de Bahréin, ni tan siquiera un Lance Stroll que consiguió recuperar cinco posiciones en la primera vuelta. Su toque con Grosjean terminaría por hipotecar sus pocas opciones de lograr escalar alguna posición.
Superados por sus rivales rápidamente en ritmo de carrera, no pudieron defenderse aprovechando la potencia del motor Mercedes-Benz, algo que les hizo poco a poco ir cediendo tiempo y posiciones hasta volver a ocupar los últimos lugares de parrilla. Su situación ha quedado más evidenciada después de la revolución de los ‘humildes’ que hemos vivido este fin de semana, con Marcus Ericsson sumando los puntos del noveno puesto y con la actuación estelar de un Pierre Gasly que se llevó la cuarta plaza final tras un sábado espectacular y con una sólida actuación el domingo.
Era el propio Paddy Lowe, director técnico de Williams, uno de los primeros en dar la cara después de un fin de semana tan decepcionante:
No fue un gran final para un fin de semana muy difícil para el equipo. Hoy no hemos tenido el ritmo para competir con otros coches, excepto con nosotros mismos. Claramente tenemos que irnos y analizar en profundidad qué ha afectado anuestro ritmo, incluso en relación con el lugar en el que estábamos en Melbourne hace apenas dos semanas. Veremos qué podemos hacer en el poco tiempo disponible hasta China. Este es un momento para permanecer unidos como equipo y trabajar de manera inteligente y diligente en los problemas que enfrentamos.
En cuanto a los pilotos, Lance Stroll se mostraba muy crítico después de la clasificación del sábado, revelando que el FW41 debe mejorar en muchos apartados: “muchas cosas están mal. No hay equilibrio, el agarre no es lo suficientemente alto y necesitamos más velocidad”. Sergey Sirotkin, recién llegado a la Fórmula 1 y al equipo, también dejaba alguna de las pinceladas de los problemas que tiene el equipo, aunque en su caso al menos pudo celebrar que llegó al final de la carrera después del abandono en Melbourne por problemas de frenos. A todo este trabajo en la factoría y en la pista se deberá sumar el de los despachos, con el equipo obligado a buscar un nuevo ‘main sponsor’ para suplir la marcha de Martini a final de temporada.
El ritmo estaba bien pero no podemos seguir a otros coches. Es algo que definitivamente necesitamos mejorar. Es un gran problema en la primera vuelta ya que es imposible luchar contra las personas sin dañar las ruedas delanteras. Sin embargo, como dijimos hace unos días, estamos tratando de llegar al final de la carrera. Probé todos los compuestos de los neumáticos, así que fue una buena experiencia y obtuve un buen ritmo en el último set, por lo que fue una mejora razonable.
Hear what Sergey had to say after the #BahrainGP pic.twitter.com/NjfJ2L5jIx
— WILLIAMS RACING (@WilliamsRacing) 8 de abril de 2018
