Fernando Alonso tenía una situación complicada en Japón. El piloto de McLaren se presentó en Suzuka para intentar capturar la mayor cantidad de puntos posibles y así prolongar la caza a Haas, que parecía ser el nuevo objetivo del equipo de Woking. Sin embargo, los bólidos estadounidenses sumaron puntos por partida doble en el país nipón y Alonso vuelve a tener en el lejano punto de mira a Renault después de una carrera bien preparada que se quedó sin recompensa por muy poco tiempo.
La ronda local para Honda, o lo que es lo mismo, la última asociación local para McLaren en Japón durante unos años, comenzó desde la última posición de la parrilla. Una serie de rápidos abandonos y una mala salida de Stoffel Vandoorne auparon a Alonso a la zona media. En busca del ascenso más rápido, los estrategas de McLaren decidieron que el ovetense parase en boxes en la vuelta 26, a mitad de carrera y sin mucho más desgaste del previsto. Alonso se pasó la primera mitad atrapado detrás de Lance Stroll y despegó con la pista libre.
Pudo atrapar Alonso a su ex compañero Felipe Massa, que sufrió sobremanera con el desgaste de los Pirelli, pero no superó al brasileño a pesar de presionarle en los últimos giros. «Salir último y acabar undécimo es para estar orgulloso«, dijo el español. «Me ha faltado suerte, ya que el Virtual Safety Car tardío y la aparición de los líderes para doblarnos ha beneficiado a Massa. Seguimos estando orgulloso y sabemos que puntuaremos más con un poco de suerte».
La escaramuza final entre Massa y Alonso llamó la atención de Dirección de Carrera, que va a investigar al de McLarne por no obedecer a las banderas azules que obligan a levantar el pie y dejar pasar a coches más rápidos. «Que decidan que lo quieran los comisarios. No creo haber molestado a nadie pero tampoco he sumado puntos. Creo que no ha afectado en el resultado final, aunque aceptaré lo que nos digan», contó Alonso a los periodistas.