McLaren es una de las escuderías más agitadas del paddock de la Fórmula 1. El equipo de Woking confirmó el viernes su enésimo cambio en esta década, dejando los motores Honda después de tres años de confrontaciones constantes y problemas técnicos para unirse a Renault en 2018. Irónicamente estos anuncios se han producido en uno de los fines de semana más favorables para la escuadra inglesa, como demuestran sus resultados en Singapur.
Fernando Alonso se ha mantenido en el top 10 en todas las sesiones, un hecho impensable y generalmente insólito en la época McLaren Honda. El MCL32 ha respondido de forma adecuada al empuje del asturiano y de Stoffel Vandoorne, igualados entre ellos durante el fin de semana. Ambos han pasado a la Q3 y saldrán octavo y noveno, respectivamente. Queda aún así un regusto amargo, ya que Alonso se había planteado ser el séptimo (detrás de los Ferrari, Red Bull y Mercedes) pero a los McLaren se les ha colado Nico Hülkenberg en la parrilla de salida.
«Nuestra qualy ha sido difícil, tuvimos que salir dos veces en la Q1 y eso nos dejó con apenas un juego de neumáticos para la Q3», dijo Alonso. «No sabemos del todo nuestro ritmo de carrera, las tandas de ayer no fueron suficientemente largas», acrecentando así el asturiano su prudencia de cara a la carrera. «Hay que atacar en la salida, si podemos, ya que en los circuitos urbanos las posiciones están definidas tras la primera vuelta. Una vez salgamos, hay que seguir concentrados al máximo y no cometer errores».
Eric Boullier ha comentado que tiene la intención de renovar a Alonso en los próximos días. El acuerdo con Renault puede ser un paso adelante para la escudería británica de cara a mantener al que se supone que es su piloto puntero. La evolución de Vandoorne también será clave en una McLaren que presenta buen aspecto en Singapur, un Gran Premio favorable que debería ayudar el domingo a los intereses de un equipo en temporada baja.