McLaren acude a Suzuka como segunda carrera de casa por última vez en próximos años. La escudería de Woking ha dado un paso adelante en algunos circuitos, como demuestra el mejor rendimiento general del chasis del MCL32 en curvas de media velocidad. Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne se han mostrado más que capaces de pelear por la zona de puntos y ambos lucharon por pasar a la Q3. Pero cuando parecía que Vandoorne sería el beneficiado igual que en Italia, Alonso le quitó la décima posición y relegó al belga a caer en Q2.
El orgullo del asturiano pudo con la determinación de lograr el mejor resultado, aunque la maniobra de equipo de McLaren tiene una explicación. Vandoorne podrá elegir neumático a usar en el comienzo de carrera y no saldrá con el mismo compuesto con el que habría partido de haber pasado a la Q3. El ex campeón de GP2 saldrá noveno y con un compuesto a elegir gracias a las penalizaciones de Alonso y Kimi Räikkönen. Alonso arrancará último después del enésimo cambio de motor Honda.
«La jugada que queríamos hacer nos ha salido bien, Vandoorne saldrá con neumáticos nuevos y en la décima posición que nos toca», declaró Alonso. «Queríamos lograr una buena clasificación delante de los aficionados de Honda, a pesar de salir últimos. No estaba planeado cambiar el motor y el equipo ha trabajado durante toda la noche para encontrar una solución. Estamos contentos por pasar a la Q3, pero la carrera será complicada. Sainz y yo tendremos que aguantar bastante en la parte trasera».
El español prefiere concentrarse en la posible remontada sin pensar en ritmos de carrera en su mayoría ocultos. «Todos vamos un poco a ciegas, sin información de tandas largas al no disputar el segundo libre. Lo más difícil será ir detrás de todos los coches, con las turbulencias que genera el aire sucio. Habrá que buscar una estrategia para aprovechar las vueltas sin tráfico y ganar posiciones«, explicó el de McLaren.
