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Fernando Alonso, decimocuarto, esperando un milagro que nunca llegó

Si la carrera en sí no ha tenido demasiada emoción más allá del breve duelo entre Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, poco más podríamos decir de la actuación de Fernando Alonso en este Gran Premio de Rusia. El asturiano salía 16º en parrilla, sabedor de que necesitaba algo de acción en pista e incluso la posible aparición de un Safety Car para poder optar a algo más. Aunque se vería beneficiado por el toque entre Sergey Sirotkin y Carlos Sainz en la primera vuelta, hecho por el que el Renault perdería rendimiento, la carrera del ovetense fue una espera de 52 vueltas aguardando a que algo sucediera, algo que nunca llegó.

Después del aviso de Fernando Alonso tras el Gran Premio de Italia, todo el mundo sabía que tarde o temprano iban a llegar las primeras penalizaciones para McLaren. Se dejó Singapur como margen, sabedores de que si había algún Gran Premio junto al de Brasil en el que se podía conseguir un gran resultado era precisamente en las calles de Marina Bay. Partiendo desde lejos de las 10 primeras posiciones de parrilla y con los pilotos de Red Bull detrás, Alonso optaba por entrar muy pronto a boxes y montar los neumáticos duros, esperando a ver si con esa estrategia se podría agitar el avispero y esperando a que las ruedas se degradarían más rápido ya que disponían de un segundo juego de amarillos.

No fue obviamente como esperaban y a partir de ese momento y con los dos Toro Rosso fuera de carrera, Fernando solo pudo “llevar el coche a casa”. No ocurrió nada extraño en forma de coche de seguridad ni lluvia, la misma que sorprendió durante la segunda carrera de la Fórmula 2. Lo llevó hasta la bandera a cuadros, decimocuarto y con una carrera menos para terminar el año.

Esperando que algo pasase, tenía dos juegos de amarillas, paramos muy temprano a ver si forzábamos a los demás a que parasen y que las amarillas se fuesen degradando, pero duraron toda la carrera para todos y eso fue una mala noticia. En cualquier caso, no teníamos ritmo y sin que pasara nada, catorce es lo que merecíamos. Por prestaciones puras iba a ser complicado, porque sí nuestro plan funcionó y pararon todos pronto, pero después esos neumáticos aguantaron así que no sirvió de mucho, nos vamos sin puntos y ojalá que en Japón volvamos a recuperarlos.

De los cinco grandes premios que restan para completar la temporada, Fernando Alonso y McLaren F1 Team miran con cierto optimismo a Brasil, Austin o México, sabedores de que en Yas Marina o Suzuka, próxima parada del Campeonato dentro de siete días, les tocará sufrir más. Cinco carreras para terminar la temporada, cinco para decir adiós a la Fórmula 1.

En Japón irá mejor que aquí, esta era de las que más miedo teníamos de las carreras que quedaban, irá algo mejor, pero aun así será complicado, tenemos más esperanzas en Austin, México quizá o Brasil con el tiempo cambiante, pero en Suzuka los puntos serían necesarios el domingo sobre todo en cuanto al campeonato de constructores porque tanto Force India como Sauber van a ser una amenaza hasta Abu Dhabi para nosotros.

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Iván Fernández

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