Se acabaron las probaturas, este fin de semana es la hora de la verdad, la primera de otras muchas, entre Fernando Alonso y el equipo Toyota GAZOO Racing. Tras una espera muy larga, la supertemporada del Mundial de Resistencia ya está aquí, con un estreno inmejorable si tenemos en cuenta que lo hará con el icónico trazado belga de Spa-Francorchamps, el cual hace no muchos días también recibía al ya retirado Porsche 919 hybrid LMP1 en su apabullante intento de batir el récord de la pista, precisamente el mismo vehículo con el que pudo competir en las 24 Horas de Le Mans en el pasado el piloto asturiano.
La andadura del bicampeón del Mundo de Fórmula 1 en el WEC no ha podido comenzar de mejor forma. Alonso ha hecho valer su amplio conocimiento del circuito para marcar el mejor tiempo en la primera sesión de entrenamientos libres, con un 1:58.392 que le ha permitido ser hasta 0,237 segundos más rápido que el segundo de los Toyota TS050 Hybrid LMP1 que la firma nipona alineará el resto de temporada. En este caso la referencia ha sido la de Mike Conway, encargado de pilotar el prototipo japonés con el dorsal #7 estampado en su frontal. Sébastien Buemi, compañero de Alonso en el #8 junto a Nakajima, también demostraba que la configuración compromiso para satisfacer a los tres pilotos (todos ellos han pasado por el gran circo), llevaba un buen camino, firmando un registro muy cercano al de Fernando en 1:58.4.
Un inicio fenomenal antes de afrontar el resto de entrenamientos, la clasificación y finalmente la carrera que se desarrollará este fin de semana. Beneficiado por la no coincidencia con la Fórmula 1 y contando con la estelar presencia de Fernando Alonso, así como otros grandes nombres del panorama automovilístico, es de esperar que estas 6 Horas de Spa-Francorchamps sean las más seguidas de los últimos años, con la curiosidad por ver si los prototipos no híbridos podrán plantar cara al único equipo 100% oficial que nos encontramos este año en la parrilla entre los LMP1.
Por el momento ha sido el Rebellion #3 el que más cerca se ha quedado del tiempo realizado por Fernando Alonso. Concretamente, la unidad de Gustavo Menezes, Thomas Laurent (autor del tiempo el prometedor piloto francés que probó con Toyota en el test de Rookies de Bahréin) y Mathias Beche ha conseguido realizar un crono de 1:58.849, un tiempo que obviamente que se mantiene dentro de una diferencia respetable a pesar de los temores generados por el prólogo sobre la posible superioridad de los LMP1-H de Toyota. Queda patente a su vez la gran diferencia de tiempo con respecto a los cronos del año pasado, en parte por las modificaciones reglamentarias que han hecho que se encuentre muy lejos del 1:54.0 que otorgaría en 2017 la pole a uno de los Porsche.
Alonso, que completó el pasado fin de semana una gran actuación en Bakú a pesar de los daños en su monoplaza y los dos pinchazos que le obligaron a pasar por boxes en la parte inicial del Gran Premio, ha sido el piloto de Toyota que más tiempo ha tenido para rodar, casi 42 minutos que le han permitido completar hasta 16 vueltas por las 11 de Buemi (encargado de hacer además los giros iniciales) y las 7 de Nakajima. La preocupación viene por parte de Manor, la cual no registraba ningún tiempo con sus Ginetta G60-LT-P1-Mecachrome y ha confirmado llegar muy justa a este inicio de campaña.
En cuanto a LMP2, Pastor Maldonado se llevaba el mejor tiempo al volante del Oreca 07-Gibson #31, 0,640 segundos más rápido que el primero de los Alpine. Entre los GTE-Pro, Ford ha completado el doblete provisional con Priaulx y Olivier Pla consiguiendo los mejores tiempos de sus respectivos vehículos, mientras que Matteo Cairoli colocaba el Porsche de Dempsey-Proton Racing al frente en una sesión dominada por los coches alemanes en GTE-Am.