Como es ya habitual cada primer domingo de mayo, los participantes en la próxima edición de las 24 Horas de Le Mans tuvieron derecho a una primera toma de contacto con el circuito de La Sarthe. Y entre ellos cómo no el más destacado fue Fernando Alonso. El español volvió a pisar Le Mans tras dar la salida en 2014 y lideró la jornada de test al volante del Toyota TS050 HYBRID LMP1, marcando el mejor registro tanto por la mañana como por la tarde.
Aunque Alonso marcó la pauta, con un 3:21.468 en la sesión matinal y el definitivo 3:19.066 por la tarde, Toyota puso el foco una vez más en la fiabilidad, el acumular kilómetros por encima de todo y que el asturiano se acostumbrara al trazado de Le Mans, dado que apenas dio alguna vuelta de exhibición en 2014. Por ello no extraña que los dos TS050 HYBRID LMP1 acabaran con un total de vueltas por encima de las 200.
Eso sí, sorprendió que los dos coches de la casa japonesa no terminaran encabezando la tabla de tiempos. Entre ellos se coló contra todo pronóstico uno de los Rebellion R13, concretamente el #3 pilotado por Mathias Beche, que repitió tal ‘hazaña’ en las dos sesiones del día. Parece lógico pensar que Toyota se guardara algo, especialmente cuando se rodó cinco segundos por encima del tiempo de la pole en 2017, pero también que Rebellion lo hiciera al no ser su coche estrella, el #1, el que marcó la referencia dentro del equipo anglosuizo. A fin de cuentas las medidas de Equivalence of Technology afectan más a los LMP1 privados en carrera que a una vuelta.
A más de dos segundos del mejor registro y segundo y medio del mejor Rebellion se quedaron los BR1 de SMP Racing, después de que Dallara realizara modificaciones aerodinámicas deprisa y corriendo para evitar nuevos sustos como el tremendo accidente de Matevos Isaakyan en Spa. En todo caso no puede ser mala noticia que superaran holgadamente a ByKolles, aunque con un kilometraje limitado en comparación con la competencia. Peores sensaciones dio Manor, pues sus Ginetta acusaron el retraso a nivel de desarrollo y la ausencia en Spa, siendo incluso más lentos que los mejores LMP2.
En esta categoría volvió a marcar la pauta a una vuelta DragonSpeed con su ORECA 07, aunque estando Nathanaël Berthon y no Pastor Maldonado al volante, apenas tres décimas más lento que el LMP1 que también alinea el equipo estadounidense. Una categoría LMP2 en la que la vida sigue más o menos igual pese a los intentos de FIA y ACO de equilibrar prestaciones en invierno: cinco chasis ORECA en los cinco primeros puestos, con el Ligier de United Autosports a dos segundos del líder.
Entre los GTE-Pro todo apunta a un duelo Porsche-Ford salvo grandes cambios en la Balance of Performance. La marca nortamericana dominó la mañana con sus cuatro coches, pero los de Stuttgart lograron darle la vuelta a la tortilla por lo tarde y situar dos de sus 911 RSR GTE en lo más alto de la clasificación. A más de un segundo del #93 se quedaron el mejor de los BMW, los Ferrari (el #71 de Miguel Molina fue 9º) y los Corvette (el #63 de Antonio García, 11º), teniendo una mala jornada Aston Martin, accidente incluido. Marco Sorensen impactó con un LMP2 durante la sesión matinal y tuvo que pasar un chequeo médico. También hubo dominio de Porsche en GTE-Am de la mano de Dempsey-Proton Racing.
Foto | Toyota GAZOO Racing