El Gran Premio de Australia vio a un Fernando Alonso capaz de exprimirle todo el zumo a su «naranja mecánica» particular. En China el MCL32 tenía que sufrir aún más según el propio equipo y a pesar de todo la historia en carrera fue distinta y mejor que la vista en Melbourne. De hecho, Fernando Alonso realizó una gran carrera tras una buena sesión clasificatoria y logró llegar hasta los puntos. El problema fue que a pesar de llegar Alonso, McLaren no lo hizo y problemas técnicos le dejaron fuera de carrera cuando parecía claro que los puntos eran un objetivo razonable.
En condiciones de pista húmeda y con neumáticos intermedios, las primeras vueltas iban a ser ideales para que un piloto con más manos y corazón que máquina pudiera lucirse. Alonso logró subir hasta la octava posición y con el cambio de neumáticos global en periodo de coche de seguridad virtual y más adelante coche de seguridad «real», consiguió mantener su posición. Un error de Valtteri Bottas en la resalida permitió que el español mejorara su puesto en pista y subiera a una inesperada séptima posición mientras Stoffel Vandoorne sufría en la parte baja de la clasificación con el otro McLaren.
A lo largo del Gran Premio, el rendimiento de Alonso fue impecable aún si fue adelantado -lógicamente- por un Valtteri Bottas que no encontró resistencia en el motor Honda de su rival. Incluso se llegó a ver una bonita aunque corta lucha entre compatriotas con un Carlos Sainz que sacó partido de un más competitivo monoplaza y el hambre de resultados para subirse a las barbas de su ídolo. Aún con todo, para Alonso un resultado en los puntos parecía más que probable aunque con un sólo elemento a superar: la fiabilidad -o la falta de ella- de su McLaren. Eso fue lo que faltó para lograr un resultado positivo.
Tras ser superado por Sainz, Alonso empezó a perder velocidad y tras notificar al equipo que tenía un problema de presión en el monoplaza, se vio obligado a retirarse de la carrera. Una vez más, un resultado frustrante para un piloto que está echando el resto y logrando llevar al McLaren a un nivel con el que no habrían podido ni soñar con lo visto en los test de pretemporada en Barcelona. Aunque visto lo visto y con los comentarios que suelta habitualmente por la radio, cabe preguntarse hasta cuánto aguantará un bicampeón una situación como la que está viviendo en la que sufre sin una luz visible al final del túnel…