El habitualmente bonito Gran Premio de Singapur no tuvo tanta dosis de emoción y adrenalina en su edición de 2018, ya que la carrera estuvo decidida prácticamente desde el primer minuto en la zona alta. Un accidente inicial ayudó a que algunos pilotos tomasen estrategias diferentes con la intervención del Safety Car y uno de los equipos que acertó fue McLaren. Fernando Alonso partió bien y tomó la anomalía estratégica al disponer de los ultrablandos en la salida en lugar de los desgastables hiperblandos, alargando su detención y rodando bien en solitario para cruzar la meta séptimo en el fin de semana más productivo de McLaren en puntos desde abril.
La colisión inicial entre los Force India despejó el camino de la zona medio-alta y Alonso aprovechó el encontronazo entre Esteban Ocon y Sergio Pérez para subir dos posiciones, pasando al retirado francés y a Nico Hülkenberg. Romain Grosjean y el mexicano pararían a las 15 vueltas de carrera para quitarse el neumático hiperblando y ambos quedaron encallados en el atasco que formó Sergey Sirotkin con gomas blandas. Alonso fue el primer piloto de la mitad del pelotón que no entró al salir con neumáticos ultrablandos y pudo mantenerse en pista. bastante tiempo.
Dichos ultrablandos aguantaron casi 40 giros y el asturiano y Carlos Sainz siguieron la misma estrategia, calmando sus ritmos hasta equipar los hiperblandos en el último tercio de carrera. Alonso iba séptimo antes de pasar por el pit lane, mantuvo la séptima posición con poco margen sobre un Marcus Ericsson que no había parado aún y se permitió el lujo de establecer la vuelta rápida provisional en las primeras vueltas de uso del blando con el que finalizó la carrera. Irónicamente, Alonso no usó el hiperblando que volvió a estar en disposición en Singapur y el mayor desgaste de dicha goma ayudó a los que no la instalaron.
Llegó a meta Alonso en séptimo lugar, sumando su mejor resultado y el mejor de McLaren desde el lejano GP de Azerbaiyán. Los circuitos revirados siguen siendo el arma más efectiva para un coche evolucionado de forma pobre respecto a la competencia y la estrechez del circuito de Marina Bay ayudó a los ritmos correctos del MCL32, más allá de evitar el choque entre los Force India. Alonso salió satisfecho al corralito de la prensa y no tardó en alabar las oportunidades aprovechadas en circuitos propicios, aunque la posible fiesta la dejó para los integrantes del podio.
La fiesta es para los ganadores, nosotros hemos hecho lo máximo que podíamos obtener, que era una buena salida y optimizar la estrategia con los neumáticos blandos. Si Magnussen no ponía los hiperblandos podríamos haber hecho la vuelta rápida. Ha sido una carrera mágica, el accidente entre los Force India pasó justo delante de mi y partir de ahí pudimos controlar el hueco con los coches de delante y los de detrás antes de hacer la parada. El coche se ha comportado bien, sin ningún problema. Singapur es un circuito atípico y complejo para los reglajes, pero es una oportunidad para nosotros y hay que aprovechar las situaciones que se presenten. Hoy ha salido bien, otros días perdemos por pequeños detalles. Seguramente tendremos más dificultades en próximas carreras.
